martes, 29 de septiembre de 2009

¡Tú sí que vales!

Soy tan machorra que estoy haciendo de pseudoveterinaria siendo psicóloga.

El caso es que para manipular animales (y para que veáis que hago las cosas bien) nos obligan, digo, nos encanta hacer un curso que nos acredite (de ahí el logo de FELASA, quien nos va a hacer la pelota allá donde vayamos, con nuestro titulito de investigador total y cualificado). Y ahí estoy. Dándolo todo de 9 de la mañana (levantándome a unas aterradoras 7 de la mañana) (a esa hora no le sienta bien a uno su bol de cerealitos con leche) (lo tomo de todas formas) hasta las 9 de la noche, con la tontería.

Hoy, para que estéis todos orgullosos de mí, me he enfrentado a un conejo. Yo, la pasota-de-los-animales, la cagona-de-los-bichos-desconocidos… he tenido que hacer el papel de House el veterinario. Que implica: manipular al animal (¡¡bichejo!! Tener que coger 2’5kg sólo de un pellejo…), hacerte su amiga, hacerte su amiga mientras lo inmovilizas con un trapo de cocina (porque aquí la tecnología abunda) (en realidad han traído un supermecanismo que si no lo usas bien desnucas al animal, y se ha optado por el recurso fácil del baile nuevo, el baile del pañuelo), inyectarle pseudosustancia –que era suero- en vena (¡¡el profe me ha dicho “se nota que vales para esto”!! ¿a qué estáis contentos? ¿a qué sí?), en la arteria; pasar a cosas más chungas, como administrar vía subcutánea y esperar a que se formara una lenteja subcutánea, vía intramuscular (¿esto es un músculo?), vía oral (perfecto meter una sonda por la boca y rezar para no desviarla a la tráquea y cargarte al bicho), vía intraperitoneal (esto queda muy bien pero ya sé que a nadie le importa lo que digo) y, la mejor, la intravaginal y el posterior meado (¡qué aroma!). He jugado a ser enfermera también, extrayendo sangre. Pero el punto crítico ha venido cuando hemos ido a pesar al animal… para determinar la dosis de anestesia (a ver… ¿se le mueve el ojo? Vale, casi no se mueve, lo hemos hecho perfecto). ¿Y para qué la anestesia? Para sacar sangre del corazón y… y… y pentobarbital. Que no diré lo que es porque así le doy más dignidad a mi amiga la coneja. Porque sí, hemos creado un vínculo. Y, durante 6 horas, ella ha sido la mejor de la clase. La más dócil. Y gracias a ella hoy por hoy me he hecho un poco más lista. Así que, con ojitos llorosos, le digo que ha sido la coneja rapada sondada e inyectada más chula de todas.

De todas formas, esto no queda así. Y cuando pase estas dos semanas de vuelta al cole intensiva, os contaré qué he hecho realmente y por qué merece que haga todo esto. Y no es sólo por rodearme de cirujanos, investigadores de RNA, biocientíficos, (y otros que vetetúasaberquéhacen). La investigación es realmente necesaria. Y quiero contarlo con toda la ética sobre el teclado.




Qué de vida, la de los cursos.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

I want to be a part of it!

Después del éxito rotundo que colapsó los top-ten de notícias más interesantes el hecho de que mi persona salga en el directorio de la Universidad, me dispongo a hablar de otros asuntos.


Exactamente no sé qué asuntos, puesto que tengo muchos (uuuh, creíida).


Empezaré por mis animales. Un día de estos me van a matar de un susto. Como sabéis (o no), manipulo ratones de un modelo de envejecimiento acelerado por lo que se hacen viejunos de forma más rápida de lo normal (vale, entendemos el concepto de envejecimiento acelerado). ¿Y esto qué supone? Supone que algunos días abro la jaula y me encuentro a alguno cojo, otro ciego, otro calvo, otro que lo lanzo a la jaula y se estampa por tener el tiempo de reacción más malo que un caracol en la salida de la carrera del corteinglés… Son como una caja de bombones; pero bombones del Lidl (lideeeel - leído con voz musical).



Sigo por mi hermano bebé. El tío es un máquina de la danza. Pronto lo llevaré al cásting de Fama. El otro día nos hallábamos él y yo en mi habitación cuando le di al play a “New York, New York”. Para hacer el baile más artístico, me cogí un maxiparaguas y lo sostuve en horizontal por encima de mi cabeza, haciendo movimientos deaquí-aallá. Para mi sorpresa, el muy bebé cogió un lápiz que tenía perdido por el suelo (de esos de recuerdo o para hacer la gracia, que tienen dimensiones del estilo a un paraguas) (la pregunta también sería, qué hacía eso por el suelo de mi habitación; pero de mi habitación puede esperarse cualquier cosa) y con todo el arte del mundo se lo puso encima de la cabeza, justo con la misma posición que la mía, y realizó el baile del Sinatra con una gracia inhumana que hizo casi mearme encima.


Y acabo (porque ya casi se me acaba el turno de secretaria y tengo que ir rápido-rápido hacia el laboratorio) con la aventura en la discoteca gay. Esporádicamente, también trabajo (tengo una colección de trabajos, no os asustéis. Si queréis, podemos jugar a intercambiarlos. Cambio-tengui-tengui-falti) en el guardaropía (nunca entendí ese –pía final, y no guardaropa a secas, pero vamos, que no soy yo nadie para cambiar ahora un diccionario) de las discos donde me mandan, y esta vez tocó la de gays. ¡Y qué subidón de autoestima! Estoy deseando de que sea sábado para volver. “Qué guapa eres”, “Eres una muñequita – Barbie”, "do you speak English? -yes- "You are so so pretty", “eres preciosa”, “eres eres eres…”. Y nada feo, cochino, sucio. Todo hermosuras y besos en la mano. Incluso uno me pidió hacerse una foto conmigo y un boli, para que le firmara en el torso, cual estrella superstar del guardarropía.


Qué de vida, la de las perchas.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Hit the road, Jack



¿Y que no me queda de importante?
(este es un test que os permite calcular vuestra capacidad ocular)

(Traducción, becaria de investigación en el departamento de psicología básica, evolutiva y de la educación; técnica especialista de soporte a la investigación en el Instituto de Neurociencias)


Hoy no podía faltar... I'm kind of a big deal
A term for a person who is facetiously joking about how important/cool/awesome they are.
"Yeah, so that was me closing a huge deal yesterday...I am kind of a big deal in commercial real estate!"


¡Feliz fin de semana!

jueves, 17 de septiembre de 2009

Y ella sigue al teléfono...


Cosas que pasan…

GUAN. Una secretaria se olvida de mí y me deja unos 15 minutos colgada al teléfono hasta que decido colgar. Ha sido hermoso ver cómo la tía rajaba de todo y yo de espía sin quererlo. ¿Lo mejor? Que sigo llamándola y comunica. ¿Cuándo se dará cuenta de que tiene el teléfono en Cuenca (y que ha abandonado a otra de su gremio)?

XÚ. Me paso 20 minutos al teléfono con la típica música de violines hasta que me aparece una llamada alternativa por otra línea (punto ZRÍ) y decido colgar. Todavía no sé si mis pruebas del TAC estarán o no (¡claro que estarán!, si debía ir a buscarlas el 26 de agosto…).

ZRÍ. Mi muyamiga NY me cuenta por teléfono que está infestada de piojos y entonces sufro alucinaciones táctiles de (volver a) tener bichos corrosivos erosionándome el capilar y parte del tálamo. También me cuenta cómo ayer leyó un aviso alarmante sobre la gripe A (llegaremos al punto FOR) y pensó que quizás si se le caía el pelo podría estar relacionado de alguna forma con la archiconocida gripe. Ella misma se diagnosticó de hipocondríaca. Yo no lo negué.

FOR. Estoy hasta los mismísimos de la archiconocida enfermedad que todos ya sabemos que es un pacto con Roche y que, por lo tanto, no hacen más que alarmarnos para crear una necesidad; que de esa necesidad salga una compra; y que de esa compra salga dinero y dinero para unos cuántos listos. Eso sí, qué mal me lo están haciendo pasar: AYER TUVE QUE REPRIMIRME LA TOS PARA NO SER REPUDIADA POR LA PROLE DEL FERROCARRIL. ¿Y debo yo reprimirme esa tos cargadita de mocuelos? Por dios, que si fuera mucho más alta y mucho más gorda, me podrían llevar a un concierto de blues como instrumento de contrabajo…




FAI. (este es triste) Se me muere un ratoncillo; se me muere… Y los veterinarios por ahí, y yo detrás del cristal cual UCI. Como si fuera mi hijo, oye. Entré, temerosa. Tuve que apropiarme del aparato eléctrico que había en su jaula (“¿yo aquí mediomuerto y tú sólo piensas en sacarme el material de la jaula, sohumana?”, pensaría el pobre 18_5). Ví cómo se movía (torpemente, debe decirse), con su ojo cóncavo ya…


SÍCS. Nada. Que la mermelada de piña que me regalo la suegra está más rica que qué…

SEVENG. ¿Alguien sabe regalos para suegra? Gracias.


Atentamente,

Qué de vida, la de las numeraciones.



En la sección de hoy… can of worms, para la secretaria.
A tricky situation which requires much effort to resolve.
My girlfriend caught me kissing another woman, so I think I opened up a can of worms on that one.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Friendly review y periódicos en el ferrocarril


Esta mañana me he levantado feliz. Enferma, pero feliz. Y he decidido contaros la historia cual Amelie con el discapacitado visual.


http://www.youtube.com/watch?v=6doorK_y7hQ



Mira, mira, ahora la sábana se sacude. No se ve nada, las legañas me cierran los ojos. Creo que me están besando. Huele a mañana. ¿Escuchas cómo Sr. Baro me dice que ayer le tiré la toalla, que no era toalla sino unos shorts mojados, con mi fiebre empapada en el agua, encima de su calcetín y que hoy no podrá usarlo? Le digo que coja unos míos. Me manda volver a la cama. Aunque ya lo estoy. Creo que hablo en sueños. Le chillo con un susurro ahogado desde la cama que se coja un zumo. “Ahora lo cojo”, me responde desde la cocina.


Agarro el móvil; son las 07.15 y estoy resfriada. Deambulo por el piso hasta mi bol de flores negras. Estoy contenta. En la tele dan noticias. “Tratar a los profesores como autoridad”. “Abrígate que hará frío”. “Pisos por 375 euros al mes”.


Nos vamos a la habitación. Ya empieza a ser tarde. Aparece mi madre un poco chillona. Le digo que quiero droga de Fluomicil (está de moda automedicarse). Alguien debe exterminar esos mocos fosforitos. “Papa, ¿esta chaqueta es muy ridícula?”. “No”. “No. Quiero decir que si es muy de invierno”. “Que no…”. Me tapo cual bebé que sale de paseo en un día de diciembre.


Salimos a la calle. Me he dejado el libro de las moscas y el paraguas. ¡Pronto sacaré a flote las botas de agua! Concéntrate y date prisa, mi hermano llega casi-tarde al cole. Me dejan en el ferrocarril. Empezamos a andar. Ahora sonrío porque me gusta ir apretadita en la chaqueta de preudoinvierno. ¡Qué de gente hay en el andén! Conseguimos sitio. ¡Y tres periódicos!, estamos de suerte. Levanto la cabeza. Y vuelvo a reirme. La mayoría están leyendo el periódico. Me siento a gusto. Los de delante comentan que una niña de doce años muere tras tres días de parto. Yo me digo que eso no es lo grave, lo grave es que con doce años deba vivir un mundo adulto, injusto, y un matrimonio sin sentido. Ah, y la muerte; sí, la muerte.


Subimos la cuesta que lleva a mi facultad. Empiezo a notar las piernas más ágiles gracias a tanto sudor de spinning. ¡Cuidado!: novatos. Estoy tan entusiasmada que hoy apenas me dan rabia. Me dan, pero no tanta. Ojo. Llego a mi despacho. Y parece que todo va de maravilla. Huele a calor. Aparece un poco de sol por la ventana del techo. Ya queda menos para ir al laboratorio.


Qué de vida, la de temporada invierno.



Y hoy en la sección "learning English with Sandra", Friendly review, que es lo que deberías hacer con esta entrada publicada.


A positive review you give to a movie, book, TV series or CD that you don't like but which a friend has recommended to you, usually because you don't want to hurt their feelings.

Rod: I watched that movie The Departed last night which John lent me.
Tom: What did you think?
Rod: I hated it.
Tom: Oh boy, he loves that movie. What did you tell him?
Rod: I told him it was great.
Tom: You gave it a friendly review, huh?
Rod: Yeah, you know what he’s like.

lunes, 14 de septiembre de 2009

3_4

El pasado viernes sufrí un altercado traumático en el laboratorio. De hecho, unos cuantos.


Comenzaré por el flojo, aunque largo.

De entre mis más de cien ratones que debo manipular CADA día, hay uno especial. Especialmente imbécil, TDAH, esquizofrénico, paranoico, borde, agresivo, porculador. Él es el 2_1, aunque su nombre de pila sea El Histérico. Cuando voy a cogerlo, ya sé que me la va a liar. Lo anticipo, lo preveo, I foresee it. Y me entran los sudores fríos…

Debe ser gracioso verme, temblando ante una jaula de plástico y diciendo en voz baja “te voy a coger así que estate quieto”, “como te pongas rebelde…”, “no seas idiota hoy, por favor” (son frases reales y se me puede leer los labios desde fuera de la sala gracias al cristal que hay en la puerta del laboratorio. La gente se da ostias para verme en primera fila). En realidad no hay anécdota específica, sino que cada día es una experiencia. Desde el día que se nos escapó y se escondió debajo de una mesa, donde pasó casi dos horas sin que pudiéramos sacarlo, pasando por el día en el que se lanzó kamikaze al suelo y tuve que atraparlo con trampas ingeniosas (divertido también verme corriendo por el espacio detrás de una cosa de poco más de diez centímetros y pensando en estrategias de caza) hasta el pasado sábado, que por poco lo aplasto con la rejilla y por poco menos se me vuelve a escapar (bendito tiempo de reacción el mío).


Sigo con el semiflojo, aunque fuerte, que no extrafuerte, para mí.

Cuando cambio jaulas (algún día explicaré exactamente qué hago en el laboratorio, no hoy), retiro las defecaciones y viruta varia hacia la papelera. Con qué mala pata la vista ME LA JUGÓ y, de reojo, vi en esa papelera un trozo de papel blanco entre la maleza y creí que era un ratón. ¡¡HABÍA TIRADO UN RATÓN A LA PAPELERA!! Vale, visto así queda absurdo y patético, ¿pero sabéis a cuantísimo se me puso el corazón? Un poco de comprensión, que estuve a punto de sufrir una taquicardia…


Acabo con el EXTRAFUERTE. (Aviso al lector: si sufres de dosis extras de sensibilidad, se recomienda detener la lectura aquí) (va en serio).

Resulta que en mi hoja de protocolos anoté un muy científico “posible herida anal” al lado de un ratón ,para llevar un seguimiento de él. Pese que tenía la zona en carne viva, no le dí más importancia y decidí esperar al próximo día. Y qué “próximo día” tan hermoso cuando le vi el culete tan desgarrado que decidí llamar al técnico.

Aquí es donde deberías dejar de leer.

Vale, el morbo os puede. Pues no digáis que no os avise porque… el ratón fue violado. (5 minutos de no leer para darle el respeto que se merece). Y no es que fuera hembra y fuera violada por un macho; y no es que fueran desconocidos; NO. Fue entre dos machos, fruto del dominio y poderío machil, hermanos de pura cepa ratil. Que esto no pasaba ni en los serrano, por dios. Al pobre bicho le habían hecho un tapón vaginal que no explicaré lo que es porque ya tengo bastante y tenía el culo de un mandril hasta al menos 24-48 h. Pues a ver cómo está hoy, el pobre. He dejado el título a su nombre, para que nos solidaricemos con él.


Qué de vida, la animal.




Sección “learning english with Sandra”, hoy aprenderemos una palabra que uso bastantes veces últimamente y es “off-sight meeting”.

A meeting that has no real purpose or clear direction.

"Hey our boss has been talking for a while, but does any of it really matter?"
"Nah, this is an off-sight meeting”.

jueves, 10 de septiembre de 2009

"Cut the boxes, not your hands". "Good tip, you should teach!"

Ayer me sentí abatida por el alma compulsiva de comprar libros.

Todos deberíais saber ya mi planning diario pero, para los fans descuidados, diré que de 12.30 a 13.30 (diez minutos arriba, diez minutos abajo; pero siempre a las 13.30 preparada para entrar en el laboratorio) me dispongo a comer mi Tupper (depende del día el plástico también. Y la tapa). Y sería un horario perfecto, si estuviera en américa ¿Cuál es el inconveniente? Muy bien, que no estoy en américa; por lo tanto me convierto irremediablemente en “la rarita”. Aquella que come sola a horas de guiri y la gente se detiene a mirarla cual mono de circo (¡¡cacahuetes, cacahuetes!!, que van muy bien de aperitivo). POR LO QUE he tenido que buscar alguna excusa que vaya acorde de una personalidad misteriosa y cosmopolita: formar un club de lectura unipersonal.


Claro que un club de lectura sin libros que todavía no me haya leído, no tiene mucha gracia. De momento estaba con el Sí de las niñas, pero es tan corto que no me da ni para un telediario. Así que ayer tuve que entrar en la ABACUS, aquel sitio donde a veces entro sólo para mirar libros y pensar que cuando sea rica tendré una librería como la de Bella y me pasearé por el piso encima de la escalera movible.


Grato error hablar por teléfono con mi muyamiga NY mientras me paseaba por los estantes: me cerraron la tienda. Pero lo gracioso fue que el pobre dependiente me tuvo que hacer señas de “vamos a cerrar (manos moviéndose y voz en susurro)” y yo asintiendo con un sutil movimiento de cabeza de “oh, vale, y yo aquí hablando”. Me cerraron las luces y me quedé con cara de “son las 19.10h y ya me cierran… esto no va a quedar así”. Y tan pancha me fui a otro ABACUS (me dan comisión si lo pongo en mayúscula).

Y, al entrar en AB II, me sentí como una estudiante escolar de nuevo. ¡Qué jolgorio de lotes de libros para el cole! ¡Si es que ni en el corte inglés! Se amontonaba la gente en la sección de bolis (recordadme que me tengo que comprar bics de colores), una pareja de hermanos enanos pegaban insistentemente un cartel informativo, chicas jugaban a pasar el código de barras por la santa maquinita, madres buscando carpesanos, colas y más colas para pagar…

Pero no me fui. Ahí estaba yo, toda chula, removiendo libros y objetos, moviéndome cual pez marino que esquiva las algas. Y al final encontré uno: El señor de las moscas (William Golding), que por el resumen no me dijo nada, hasta que leí la primera página (tradición: si no me gusta la primera página, mal vamos. Se puede descubrir mucho sobre el tipo de redacción con sólo unas primeras líneas).

El problema es que a mi me pones en una papelería y los ojos se me van, se me van. Y salí de allí con un archivador para mi muchas lecturas sobre el Experimento SAMP8junio09 y una agenda 09/10 para que no me despiste entre tanto ajetreo. Ah, eso, y mi santa bolsa de plástico de 15 céntimos.

Qué vida, la del Club de lectura

miércoles, 9 de septiembre de 2009

The one who lost her slipper at the ball last night


Yo me levanto por la mañana y es como ponerle el play a Cenicienta.

No es que me aparezcan pájaros (gracias a dios), ni que me laven unos ratones (no, por suerte), ni que me ponga a canturrear cual princesa Disney (lástima). Es por aquella cara boba de felicidad incomprendida. ¿Es porque voy a desayunar? ¿Es por ese bol inconfundiblemente de flores negras en el borde, repletito de cereales crujientes de asquerosos dos coma cuarenta y pico euros, sumergidos graciosamente en leche desnatada a temperatura de 13 grados? Puede ser. Pero diré que no porque queda muy superficial y poco filosófico (lo intelectual se lleva).


Últimamente llevo estilando la moda de dormir con un bebé. No hace falta robarlo a la vecina, es que yo tengo uno (bueno, mi madre). Y, cuando llegan las 23.00 ya puedo empezar a planear el secuestro.


  1. El bebé tiene que estar muy mono, cual osito de peluche altamente achuchable. Para este punto no hace falta mucho, puesto que ayer estaba repleto de tomate con queso e igualmente lo taché de adorable (ya ves tú, quién iba a estar hermoso emulando a un plato de spaguettis).
  2. El bebé debe llevar un chupete para que el acto de dormir se realice de forma sencilla. No llevarlo consigo puede acarrear consecuencias como ataques de risa inaguantables por parte del feto, mover la pata cual estereotipia y que le dé el ataque de risa inaguantable al adulto, conducta motora sobreactivada por parte de ambos, sueño post-noche al trabajador de turno, que también suele ser el adulto.
  3. Concienciarse de que se va a dormir con un bebé para: a) evitar las escapadas nocturnas al Roca sin previa muralla de almohada que le impida al bebé el paso de croqueta improvisada hacia el suelo; b) evitar movimientos bruscos que puedan aplastar al minicuerpo infantil en la macrocama adulta; c) asegurarse de que, al día siguiente, no se ha dado a la fuga.

Y la parte del día siguiente es la mejor. Porque, aunque hayas pensado en el punto 3 thoroughly, por la mañana no lo recuerdas (maldito sueño REM). ¡Y es como ser un pez, que al cabo de 1’5 segundos olvidan! Para ti todo es nuevo, y te levantas con la sonrisa de oreja a oreja al ver al menudito con esa postura tan azucarada, esos bracitos rechonchitos, esos mofletes suaves que buscan besitos incontrolados…


Después de eso, activo el metabolismo con comida durante 20 minutos (comer dos raciones de cereales conlleva su tiempo) y posteriormente me maldigo por tener sólo 10 minutos para arreglarme. Y no aprendo.

Aunque luego, antes de las 8.30 (mérito) ya estoy sentada en la silla donde me encuentro ahora, preparada para decir aquello de “hola, secretaria dels cursos a distància, bon dia”.


Qué vida, la de los despertares.


P.D: Este año, quiero preparar Halloween y disfrazar a bebito de algo de Martha Steward.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Currículum Vitae

Perdida en el método científico, acarreo 2 blogs inconstantes en mi consciencia. Me gustan las revistas de decoración. Divagar como las Gilmore. Suelo comer Special K por la mañana; doble ración. Siempre el tupper en el bolso. Las bolsas del gimnasio que luzco son horrendas. Como también lo es el atuendo deportivo. No me gusta la carne. Aunque no soy seguidora de los animales. Pero el National me gusta; a veces. He visitado NY una vez, y espero ir otra. Tengo un novio ingeniero. O lo intenta. Un bebé de 18 meses. Aunque no es mío, sino de mi madre. Me encanta mi grupo de amigas, que son sólo 2 verdaderas. Miro series como The Big Bang Theory, Cómo conocí a vuestra madre, Gilmore girls, Mujeres de Manhattan y la mítica Lost. Los doblajes son una porquería. Soy amante de la psicopatología y de las librerías caseras. De mayor tendré una. No me importa hacer el ridículo. Hace poco cumplí un record guiness. Se me puede ver cada día por la uni; de 8.30 a 12.30 en la secretaría del Post Grado, de 12.30 a 13.30 con mi club de lectura acabado de patentar, de 13.30 a XX.XX en el laboratorio, de XX a YY en mi despacho, de ZZ a WW en el gimnasio y el resto del tiempo soy novia por hora, hermana por hora, hija por hora. Vivo con mis padres. Mi habitación está siempre desordenada, menos cuando viene alguien y mi madre la ordena. De pequeña amaba a Egipto. Todavía espero ir algún día. A veces pienso en mis amigos del colegio. Creo que debería volver a patinar. Si has podido leer todo esto, podrás seguir mi blog sin problemas. Si no, huye ahora que estás a tiempo.