domingo, 27 de junio de 2010
"What people do in the privacy of their own sports arena should be their own business", Phil
jueves, 13 de mayo de 2010
Hi, this is Minnie again.
Bueno, mientras espero los malditos 72 minutos de megavideo voy a hacerme la histérica un rato. Ha sido escribir un comentario y ensalzarme yo sola en mi miseria y desgracia. Y cuánta desgracia.
Tantos años de carrera (ay, y lo que me queda) para acabar hipocondríaca.
Hoy, toda machorra, he vuelto al trabajo. Y me he quedado hasta casidoshoras más (ojalá pudiera leer esto mi jefe). Pues resulta que mientras iba dándole al secretarismo (no viene de secreto, viene de secretaria) notaba un escozor, un resquemor, un… un de todo en la muela ya no existente que no era normal. “Aguanta”, me decía yo sola, “que eres muy exagerada; el médico te dijo que lo hacías muy bien y ahora no te vas a hacer la floja”. Pero claro, no me veía nadie y sin presión social pues me he puesto con mis pucheros la mar de contenta. Y al llegar al coche hice lo que nunca debí hacer.
MIRARME LA BOCA.
DIOOOOOOOOOOOOOOOOOOS. ¡¡No, por qué!! Toda la herida llena de pus e infecciones, y se me está pasando hacia la oreja y NOOOO, mierda, por qué. Soy muy joven, debo acabar la tesis, ejercer de coordinadora, hacer el festival… ¡tengo quereseres! Primero he pensado la mierda de frase que me dice mi madre cuando no me quiero tomar el Augmentine “¡¡se te pasará a la sangre (y te puedes morir, eh!)!!”; y sóoooolo quería volver a casa y tomarme el augmentine asqueroso pildorínico. Ai, tanto, que me han chirriado las ruedas en una curva y un imbécil me ha pitado y me he puesto a llorar histérica (lo sé, mi vida puede llegar a extremos que no debería contar públicamente). Y me decía, “oooh, prometo tomarme como me dijo el médico mis pastillitas, como buena abuelita (ahora resulta que no sólo no sé cocinar sino que no sé tomarme las pastillas; qué tipo de abuela voy a ser) (a ver cuánto me dura esto de ser estricta con la medicina)(claro, qué me vas a decir tú si el lunes me lo pasé entero vomitando, santa medicina)(vale, ya dejo de despotricar por paréntesis). En mi fase de hipocondríaca máxima también me he imaginado que la infección se me pasaba a los dientes próximos y me creaba quistes y se me podría la dentadura y era más fea que Belén sin maquillar (me ha dado con la Estevan). Y he dejado de imaginar cuando he tergiversado tanto que he pensado que se me pasaba al oído y me restaba audición. Siempre fui una chica muy imaginativa.
¿Dónde estarán las cuidadoras de Ana Karenina que te preparan sopa mientras tú estás lamentándote en tus aposentos?
Qué de vida, la del sufrir.
miércoles, 12 de mayo de 2010
Hi, this is Minnie
Ahora que puedo decir que no me he muerto, puedo escribir tranquilamente sin que suene muy a película Almodóvar.
Resulta que he tenido unos mesecillos que, si hubiera tenido propensión a tener alopecia por estrés, hubiera sido más calva que Krilín, el niño calvo de Bola de Drac Z. No ha sido así, y puedo lucir una melena, ahora con flequillo, cortado por mi muy mejor amiga NY y repasado con muy poco arte por mí misma, en el lavabo de mi casa, tan ricamente (es una frase muy larga y con muchos complementos, lo sé; me vais a perdonar que han sido muchos los días de ausencia).
Quería empezar tipo Oscars, ya que he hablado de Almodóvar, así que me excusaré conmigo misma y con los presentes con mi teoría de la que espero ya haberos hablado. Cuando uno no aparece por el blog, las expectativas aumentan y la idea de tomar las riendas de nuevo se hace más dura que ver a Carrie en otra película de Sexo en Nueva York: se ha hecho vieja y ya no sigue el ritmo. Te aterra la idea de tener que pedir perdón a los implicados. Sobre todo, a ti misma, por no haber podido ser constante. Pues nos vamos a dejar de ataduras. Si aquí no se deja un post, pues no se deja, y si yo no comento tal otro (que me hubiera gustado, por ejemplo, decirle a JB mil cosas sobre sus vídeos, a Laurita suerte con su operación, y a todos los otros a los que espío desde mi ventana indiscreta…), pues no va a pasar nada. Porque a veces queremos hacer las cosas tan bien que nos olvidamos de hacer lo básico, que es estar allí y hacer acto de presencia. Como la reina Sofía, que divina ella en El Clínic.
Ya me ha pasado varias veces. Y la vuelta se hace muy dura. Porque te has fallado. Y puede que luego optes por cambiarte de blog; otro aspecto, quitándote la culpa. Pero mira, no. Gracias paperboat por reencontrarme.
Y después de todo este discurso aburrido (bueno, qué esperabais; he dicho que era como los oscars, que a parte del “Pedrooo” todo me ha parecido siempre de un sopor descomunal), retomo la frase inicial y digo que he estado a punto de morir. Yo. Muerta por una anestesia (ojo porque ahora aquí me invento mi propio diagnóstico).
Este lunes fui a quitarme el poco juicio que ya me quedaba y se ve que a mi la droga bien, no es que me siente. Me pasé todo el lunes, grabado ya para siempre en mis neuronas hipocampales por la amígdala (os lo pongo en específico para que veáis que también estudio), tooodo el lunes abrazada a la taza del váter, como si hubiera salido de fiesta, pero con la gracia que no era de resaca sino de operación. También me sentía embarazada mareada, y embarazada deseosa de alimentos prohibidos.
Y hoy me rebelo y os digo que nanai me voy a tomar la medicina. Más chula que la Belén ¿vale? Porque después de descubrir que en los canales de la tele lo que se salga del sálvame es un puro espejismo, algo se te pega. Aunque espero que no se me pegue ese estilo en el baile. Si no, mis amigas patinadoras me van a quitar el papel de Marylin. Y eso sí que no.
Qué de vida, la de aparentar que tienes comida guardada en las encías y no es más que una zona hinchada.
lunes, 12 de abril de 2010
Estoy AQUÍ
Para compensarlo he decidido reincorporarme con humor y alegría. He pensado en hacer un videoclip como el siguiente, pero no puedo compararme con los autores; así que os dejo sólo con el original.
AVISOS
2. La primera vez entraréis en estado de shock. Miraréis la pantalla y pensaréis que no puede ser verdad, incluso que estáis soñando. PUES NO. Es cierto. Es muy cierto. Y ya somos más de 1.505.652 traumatizados. No estamos solos.
3. Después del segundo visionado, todo son un cúmulo de matices increíbles que vale la pena (mucha pena) analizar.
a. Está claro que es un trabajo escolar. O eso quiero pensar por mi salud mental. AHORA BIEN, ¿cómo es posible que un/a profesor/a pueda considerar altamente educativo hacer un videoclip para evaluar el español? ¿TENÍA QUE SER UN RAP, o estilo libre? ¿El tema era obligatorio o podías inventarlo? Pero, lo mejor, sin duda la cara del profesor/a ante tal esplendorosa pieza musical.
b. La segunda idea clave que me baila por la cabeza (así, igual que ellas, en el minuto 1:18. Lo podemos ver en cámara lenta, que es más explícito) es POR QUÉ ESA LETRA. ¿Qué tipo de diccionario deben tener? ¿Un relicario? ¿Quehaceres? ¿Eso no lo decía sólo El Quijote?
c. Os habréis fijado que esas niñas no necesitan ayuda para limpiar la casa de suciedad, sino para EXTERMINAR ESOS POLSTERGEITS que tienen ahí metidos. Muy claramente observables con los “ESTÁ AQUÍ” y “ASPIRADORA”
d. No sé quién es mejor, si la delgada o la g...morena.
e. Me encanta la idea de llamar a la amiga para que te ayude a limpiar la casa y luego dejarle a ella toda la faena sucia mientras tu te pegas tus bailoteos. Es un chollo: mirad como dobla la ropa (horterísima, ya que estamos), lava los cuadros, la ducha, le da de comer al bebé-perro (y atención al movimiento pélvico de la otra, en segundo plano), pasa la aspiradora, hace la cama, corta el césped de la alfombra con los dedos, lava los platos en la pica del lavabo (algo muy higiénico), pone la mesa (bueno, pone un vaso)…
f. ¿Estas niñas no pensaban que ese vídeo iba a ser evaluado? ¿Que cabía la posibilidad de proyectarlo en clase? ¿Que alguien podía verlas haciéndose las muy raperas (minuto 1.19-1:23, impactante)?
g. En el caso de no ser un trabajo y ser algo íntimo y serio, ¡qué gran autoestima para subirlo públicamente para que todos lo veamos!
Cabe la posibilidad, cuidado, de que este vídeo sea de broma. En tal caso estaríamos ante las cómicas más enormes del momento. Justo como ésta otra. Es tan graciosa que incluso me he planteado que es un hombre que se ha puesto tetas de mentira para luego tirarse el armario y que todos creamos que hacía un streaptease en serio. Aunque los muchos segundos que se pasa debajo de este me hacen dudar que realmente sea una broma.
Qué de vida, la de los quereseres que no te dejan actualizar.
jueves, 11 de marzo de 2010
Farting in the library
Señor en la vejez que se levanta y pasea por la biblioteca con la serenata de un pedo de seis segundos acompañándole el ritmo. Ratones que hacen trenecitos y se violan sin compasión. Ratazas de casi
Y yo esta tarde voy a hacer un cásting de “patinadoras que llevan bandejas de donuts”… y no es broma.
Qué de vida, la del desmeleno.
lunes, 8 de marzo de 2010
Let it snow, let it snow, let it snow
viernes, 5 de marzo de 2010
Mad Mix machine
Yo de pequeña siempre tuve el antojo de un Emilio. Ese cacharro pseudodomótico que no hacía, probablemente, nada más que llevarte la cocacola a la cocina (y chocando contra las paredes y atropellando al perro, ya me supongo). Pero era un robot. ¿Y qué había mejor que tener una mascota electrónica que no se hiciera ni pipí ni popó y encima no se pusiera gordote de comer todas las sobras?
Pues resulta que he tenido que esperar (un espacio de anuncios para que pueda hacer el cálculo de “cuántos años hace que tenía siete años”) (ok, ya) 15 años para tener un Emilio, ¡¡que encima habla y es muy mono!!
Os pondré en situación. Ayer, tras ver una media de 4 capítulos de Cocó (o Pocoyo), una vez terminado mi plato de comida, Bebito, muy agudo él, se percató de ello. Dijo algo así como (feo, muy feo, en español) “yata” (a lo que yo respondí un corrector, “no more, that’s it”) Y ENTONCES OCURRIÓ. Me quitó el plato, se las apañó como pudo el pobre para escapar de entre las sábanas y bajar de la cama, LLEGAR HASTA
¿¿¿Podría ser más mono???
No.
Qué de vida, la de los bebitos que te sorprenden
miércoles, 3 de marzo de 2010
Go and take the elephant
(Bebito with no toys on his stroller)
- Why don’t you take the Elephant? Come on sweety. GO AND TAKE THE ELEPHANT.
(2 minutes after…)
- OOOOOOOOOOOOH HAHAHAHAHAHAHAHAHA
(POL TOOK THE ELEPHAAAAAAAAAAAAANT!)
01 de marzo, lunes; el día en el que le dije una frase en inglés a bebito y LA ENTENDIÓ. Podéis apuntar la fecha en vuestra agenda y/o diario personal.
P.D: Esta mañana no la he podido empezar mejor. Por favor, atención a lo que me han mandado:
lunes, 1 de marzo de 2010
Tell me, princess, now when did you last let your heart decide?
Sábado, 27 de febrero
Nos teletransportamos a Lérida, rebotando con un alien en la carretera que hizo a mi padre tener que salir con el chalequito color subrayador amarillo. Llegamos y le damos mil mimitos a la bisabuela más mona de todas. Vamos al “concurso de carnaval del pueblo”. Ese que tu piensas, “vamos a ver cómo hacen el ridículo estos”. Y una vez llegas a la zona X, tienes que callar. No habré visto jamás un personal tan motivado. La idea es que las familias o collas de amigos se reunen para hacer carrozas arrastradas por TRACTORES (siempre dejando claro su lugar de origen). Las temáticas iban de Barbie (con un coche tuneado que les habría costado más de 100 euros la broma; Barbie embarazada es uno de los entes que podíamos encontrar en el grupo), Drag Queen (buenísimo… tuve que subir para hacerme una foto con ellos, y sus movimientos; esos bolsos plastificados que me llevaban…), Las Sirenitas (que implica que TODO el grupo iba de sirenita, incluidos TRES MACHOS sirenos, con su peluca y sus pechos de concha), los egipcios (estos me gustaron por el conductor, un viejito muy muy gordito y motivado que iba haciendo pasos de egipcio mientras conducía). También encontramos a dos disfrazados de vino tinto, Hello Kitty (realmente aterradoras), un cactus (me hizo demasiado gracia), un niño que iba de viejo y caminaba lentamente y jorobado (premio al mejor actor revelación), entre muchos otros. Bebito, tan pesado él con el “Barca” (Barça), pudo hacerse una foto con un maldito jugador ficticio. Hay que ver lo que tiene este niño con el futbol y la titita (pelotita).
Por la tarde, mientras esperaba esa entrada al mundo de las princesas, pude ver a luz del día qué tipo de público mayoritario había en la sala, esto es: NIÑAS vestidas de PRINCESA (jolín… y yo qué…), con sus padres, madres y otros compañeros. Justo llegar ya me topé con un grupito de cuatroañeras que chillaban histéricas PRINCEEESAS, PRINCEEESAS (y yo les hacía los coros mentalmente, con ganas de ponerme a dar saltitos como Heidy por toda la esplanada). También había las típicas parejas, en las que la chica arrastra y amenaza al novio por llevarlas. PUNTO. No había ningún tipo de público más. Te sientes tan marginado…
(Nota I: fue precioso pero por dios, que no me hagan más simples en un show, unos patinadores mundiales…)
(Nota II: por favor, madres, no dejéis a vuestras hijas de más de 7 años, sobretodo si la niña es muy grandota, que se pongan los trajes Disney... De pijamita, ¡que queda muy mono!, pero así así en público...)
Domingo, 28 de febrero
Me levanto a las 07.30, preparada para ir al Montseny con mi grupo de intrépidos amigos montañistas del Máster. Cuatro idiotas en un coche, empezando a las 8 horas a reir y parando a las 17.30 horas de la tarde. Qué dolor de abdominal. Yo no sabía que un paseo de mil horas por la montaña me iba a dar tanta risa. Momentos:
Encontrar palos y apalizar la nieve con ellos. Buscar personajes (tú eres John Locke, yo soy Kate porque así me lio con Sawyer –spoiler-, tú eres Doraemon porque… ¡porque mira que llevas cosas en la mochila! Y tú eres Dark Veider). Ver como F. saca una barra de pan y se la come tal cual para desayunar. Llegar a la primera cumbre y ver como F. saca UNA BOTELLA DE VINO y un vasito, para que brindásemos. A J. se le peta un Boli y le hacemos la coña del anticongelante. Va dejando marcas allá donde va, el muy Hansel. Nos cogemos de las manos y nos tiramos por una bajada llena de nieve hasta que nos caemos y empezamos a lanzar bolas de nieve. Encontramos un tronco y J. y Kate, osease yo, hacemos una lucha de palos, totalmente grabada para la posteridad. J. se cae mil veces y yo me río sonoramente en un 50% de ellas, y el otro 50% me lo guardo para mi interior. “Esto es difícil… mira, te voy a explicar una historia: era un montañista profesional que cayó y se rompió las vértebras y…”, “F., ¿me tienes que contar esto… AHORA?? Hombre sube a la segunda cuesta. Hombre se cae. Tortazo descomunalmente ridículo. “¿Estás bien?”, le dice la novia. “Sí”, y seguidamente suelta un infantil “AAAAAU”. No me puedo aguantar la risa. Me rio a modo tembleque. F. lo nota y se tira parte de su agua encima para que pudiera reir tranquila. Son muchas las veces que imito a Gandalf y sus “parte sin demora”. Bajamos usando el culo de trineo. “No debemos perder altitud”… “F., ¡¡pero si tenemos que bajar!!”. F. se duerme en el coche y no paramos de hacerle fotos y vídeos.
Qué de vida, la de los findes ajetreados
jueves, 25 de febrero de 2010
This is just like that time we went to Disney Land
Cuando eras pequeño tus padres te llevaban a espectáculos infantiles, te daban un palo iluminado y tú lo sacudías mientras se te ponían los ojos como platos (en mi caso, los encargados de llevarme a los mil y uno sitios eran mis abuelos. Mis muy mejores agradecimientos a esos abuelos tan dedicados al crecimiento personal de su nieta).
Creces y ya no está bien visto que vayas a ver Disney on ice.
Pero por supuesto que voy.
Antes podría haber ido disfrazada de princesa (aunque nunca lo hice, las ganas siempre permanecerán en mi corazón de princesa); ahora la idea es secuestrar a algún niño u obligar a tu hermano de 14 años a que finja que las princesas Disney es lo que más le interesa en el mundo. El hermano de dos años no funcionaría porque se pondría demasiado pesado y no te dejaría disfrutar del espectáculo. Y eso es lo último que querríamos.
Total, que la idea que he pensado es ir y, cuando esté allí, fingir que tengo al hermano en el lavabo todo el rato. Que yo estoy ahí por compromiso. Que los zapatos de la Cenicienta ni me emocionan lo más mínimo (¡¡Por favor, lo habéis visto!! ¡¡Lleva medias con zapatos de cristal ficticios!! WAAAAAAAH; miradlo por dios: zapatos de cristal ). Que yo estoy allí por acompañar y ver la parte técnica del espectáculo. Y esa lágrima no es de emoción, es que me ha salpicado un trozo de hielo. ¿Que estoy demasiado arriba? ¡¡YA!! PUES PORQUE LA GENTE ES UNA MOTIVADA Y ME HAN QUITADO MIS ASIENTOS, que eran míos. Digo, desde arriba se ve mucho mejor si los saltos están completos y si las formas son las correctas.
Sólo una cosa,
(… ¿pero a que es mono? ¿a que sí?)
lunes, 22 de febrero de 2010
Your father wanted you to pass the test without any help. He wasn't to interfere unless it was absolutely necessary.
Ayer se realizó la primera competición de la temporada. Y me tocó hacer de juez, tras un día de snow y resaca de tanto hablar con mi muy mejor amiga NY, hasta las tantas de la noche (presencialmente, me quedé a dormir en su hogar, y vimos la muy buena película de Stardust).
Me gusta contar la realidad de un juez, porque es un rol que supongo que pocas personas conocen y que se puede tender a mitificar.
(ESTA PARTE OS
Un juez, en patinaje, intenta ser objetivo. Se parte de una nota inicial. Un 5,0. La niña (y no tan niña) realiza unos integrativos. Si lo hace bien, no se le resta. Si no lo hace del todo correcto (poner un pie, comer vuelta en un salto, etc), se resta -0,1. Si directamente es una patata (se cae, ni hace el intento de), se le resta -0,2. Y así con cada integrativo. Y es una lata cuando ves que en un nivel hay tropecientas cosas porque piensas, “¡Oh, más probabilidad tienen de cagarla! ¡J**er, si es que me hacen ser mala sin querer!”.
(ESTA PARTE OS
Empiezas con las mayores. Y es directamente una putada, porque me hacen puntuar a mis compañeras (entre ellas, NY). Pero debo decir que no me influyen los jamones ni los peloteos. Salto-nota-salto-nota. Eso sí, como he dicho, “un juez, en patinaje, INTENTA ser objetivo”. Pero, del todo, no lo es. No lo es porque entra en juego la parte ARTÍSTICA, totalmente in-valuable si no es con la subjetividad de cada juez en individual. Para mi, algo bello es un movimiento que surge con naturalidad, suavidad, compás; un papel de seda que se ondea al viento, una hoja que va cayendo hacia la pista, con movimientos delicados, para terminar reposando en el suelo, casi sin hacer ruido. Para otros, lo será la velocidad y el riesgo.
(ESTA PARTE YA NO ES TAN COÑAZO)
Hechas las introducciones, VAYA UNAS PATATAS QUE VIMOS AYER (oh síii, queríais estos cotilleos, ¿verdad?). Suspendimos a casi la mitad del personal. Y no es para menos. Lo peor es cuando te llegan las pequeñas, que todas lo hacen igual... de mal y te planteas, “Esta lo hace mal, ¿pero cómo y cuánto más de mal que la de antes? ¿esta pone 15º peor el brazo que la de antes al correr? ¿esta no llega al nivel de croqueta de la anterior, sino que es más bien una albóndiga rellena? ¿CÓMO DEMONIOS AVALÚO YO ESTO?”. Porque cuidado, tienes que hacer un podium. Por lo que tienes que ir comparando a todas las niñas y decidir cuál de ellas se ha paseado menos por la pista. Esto sí, y por mucho que ahora vaya de Risto del patinaje, cierto es que hay niñas y niños que realmente consiguen emocionarte y que su nivel es bueno, muy bueno. Músicas logradas, coreografías con estilo, saltos con altura, velocidad, piruettas con vueltas y mucha técnica en general.
Concluyo con el momento en el que fui al baño y tuve que pasar primero por el vestuario. TODAS LAS NIÑAS que había dentro callaron con mi paso. Un acojone general se respiraba en el ambiente. Los padres te miraban sonriendo. Pero pensabas, ¿me sonríes para hacerme la pelota? ¿me das las gracias por haber aguantado 8 horazas de músicas y notas? ¿me sonríes del estilo a “ya verás lo que te espera en la esquina”? ¿Nos fotografías (verídico) porque queda bien en el álbum "la niña me compite" o porque quieres tenerme digitalizada para persegirme y abrirme un expediente?
Qué de vida, la de puntuar.
domingo, 21 de febrero de 2010
jueves, 18 de febrero de 2010
I'm not insane! My mother had me tested!
Esta mañana, al abrir el buzón del trabajo, me he encontrado un pequeño paquetito que contenía un regalo y llevaba escrito mi nombre. Y así, como si hubieran venido los reyes, me he puesto más contenta que qué.
Lo he abierto y me he encontrado con un broche en forma de careta de carnaval, obsequio muy bien pensado por parte de un compañero de master, por haber querido ir a Sitges de medusa y al final haber abortado la misión. No creo que llegue a imaginar la ilusión que me ha hecho.
Estos son los momentos que metería en mi cajita de los recuerdos, como si los momentos fueran vídeos o fotos, para abrirla cada vez que quisiera que el corazón me diera un vuelco.
Qué feliz me encuentro hoy.
P.D: No he publicado la foto y merezco rencor. Prometo, pronto, hacerla pública. Merecéis hacer el "test de la inteligencia", con el visionado de la vagoneta andante.
lunes, 15 de febrero de 2010
Pocas aventuras resultan tan trepidantes como las que vives en nuestras atracciones
Este año encontrar una Rua de Carnaval ha sido más difícil que diseñar una teoría sólida acerca de Lost. Pero que el ánimo no decaiga.
Pido perdón a todos los supervivientes habitantes de los edificios de un perímetro cercano a un parking X de Badalona, por soportar mi risa porcina al ver el atuendo carnavalero terminado. No era para menos.
Me aparece una caja alias Vagoneta alias Dragon Khan alias El tren de la mina, pintada con su spray, con su número identificador en la parte trasera, con su barra tan barra como un palo de escoba y tan metálica como papel de plata. ¿Y qué debe hacer uno? Reír. Pero no tanto como tras el resultado final, después de colocar las patucas con pantalones rellenos de papel de váter (qué derroche casero) y sus pies con bambas. Todo esto lo veréis visualmente en una entrada que regalaré más tarde, para despertar curiosidades.
Ahí nos teníais, a dos idiotas metidos en un disfraz-caja, recreando el momento vagoneta de atracción de feria. Ir en busca de algún tipo de rua para poder identificarnos con otros idiotas era nuestro objetivo principal, pero tras la operación fallida, se tomó como objetivo alternativo hacer el friki entre un montón de personas normales, o entre algún pirata, Tortuga Ninja, y “alguna que otra niña que aprovecha el carnaval para ir guarrona típica de grupo de Facebook” (en ocasiones llevan a sus madres, las cuales aprovechan también para ir de guarronas, muy orgullosas de haber diseñado el traje).
Y esa vagoneta, tanto dentro como fuera, acarreó muchos asuntos:
1. “Qué bien vais ahí sentados eh. Claro, ¡así uno no se cansa!” (broma repetida muchas veces)
Respuesta: señora, no se engañe. Esto es una put*a mierda. Las patas que ve son de mentira y el volumen está creado con papel, ¿lo ve? Y los pies que ve por ahí debajo, muy por ahí debajo, son reales y se mueven. Me estoy dejando las manos por aguantar esta barra, también llamada escoba, y que no se nos escacharre el invento, y el pobre otro idiota se está dejando la espalda. Cómodo, señora, no es.
2. Gente que no te mira o Típica mirada de “hago ver que no te miro, pero en realidad te estoy mirando”
Respuesta: ¿Por qué evitar mirar? Muy curioso. Mucha gente ve pasar a unos tontos metidos dentro de una supuesta vagoneta y directamente NI LOS MIRAN. Esa evitación, ¿por qué? ¿Es que ven vagonetas por la calle, así, de habitual? Después, ¿por qué no mirar? Es gratis, no afecta a la vista, no te hace menos hombre, ni te hace más cotilla.
3. Gente que te mira Y NO ENTIENDE DE QUÉ VAS
Respuesta: Voy a comprar una entrada para Port Aventura a toda esa gente que nos miraba con cara de “un segundo, un segundo, casi lo tengo pero todavía no sé qué representa que sois”. Si van acompañados, es un descanso que el otro sí lo pille y se lo cuente (“AAAAAAAAH… jajajajajajaja”). Si van solos, os intentarán seguir hasta alcanzar (o no) la respuesta (verídico), siempre haciendo ver que no os están mirando (punto 2). Hemos descubierto que este disfraz se puede convertir en un sencillo test de inteligencia para la población normal; si se ríe, lo ha pillado, ergo, coeficiente normal; si no se ríe, no lo ha pillado, ergo, coeficiente bajillo…
4. Niños que se traumatizan y te miran como si fueras una Hanna Montana.
Respuesta: es genial sentirse como Hanna Montana. Cada día tengo más claro que debo comprarme su peluca.
5. Coches que te pitan, gente que te aplaude desde el asiento, dedos en posición de OK, risas automovilísticas.
Respuesta: desde aquí mis muy mejores agradecimientos a la gente de los coches, por solidarizarse tanto con los ataques de risas que yo iba teniendo (ay, muchos) (“representa que la gente se tiene que reír más que tú”, me decía el otro idiota). Gente inteligente que comprendía, sin duda, que éramos una vagoneta andante.
6. Gente en general que aprecia tu curioso (dejémoslo en curioso) sentido del humor y se ríe contigo.
Respuesta: o de ti, no importa.
7. Gente que se ofende si le pides que te hagan una foto.
Respuesta: momento brutal. Le pedimos a una pareja “¿podéis hacernos una foto (cara con sonrisas)?” Y directamente NOS IGNORAAARON, es que ni miraaaaaarnos. Ohhhhhh, uno no puede sentirse peor, más callejero, más “qué he hecho para merecer esto”. Aún así, es un espectáculo ver los dotes interpretativos de los agentes, que hacen ver que ni siquiera te han visto, oído u olido el spray de la vagoneta.
La lluvia, la oscuridad y la falta de ruas taparon nuestro magnífico y realista atuendo, no sin sacarnos las ganas de repetir en próximas ocasiones, con disfraces del tipo “sofá” (sin duda, la idea de los pies ficticios nos ha encantado).
Qué de vida, la de ser una vagoneta
jueves, 4 de febrero de 2010
También puedes llamarlo nevus
Mi médico es la leche.
Ayer fui a por los resultados de mi temido análisis de sangre y saqué una MH (nadie me la dio, pero yo sé que la saqué).
Mi muy querido médico me iba comentando punto por punto los resultados. “Muy bien, muy bien, de colesterol…¡¡envidiable!! De hierro… ¡¡te sobra!! Muy bien muy bien […]”. Y yo con los ojos brillantes, barbilla hacia el techo, brazos en posición héroe y sonrisa de HA HA HA, qué grande soy. Y eso que no como carne. HA HA HA. Voy a enmarcar los resultados.
Pero esta no era la historia de mi médico que quería contar (esto sólo era para tirarle flores a mi interior cuerpo humano). No. La historia es que el hombre es un espectáculo.
Primero de todo que me hizo una explicación propia de clase magistral sobre qué era una peca, qué era un lunar, usando ejemplos prácticos. “También puedes llamarlo nevus”. (Y fue muy gracioso porque lo pronunció así como muy innnglish). De hecho, habla como entre colombianito y argentino. Aspecto argentino y voz entre argentina-colombiana. He dicho lo mismo en las dos frases sólo para evidenciar que no tengo ni idea a qué se parece pero que resulta gracioso.
Total que el tío, a parte de la explicación sobre los lunares, también me dio un consejo (después de descubrirme por la orina que me iba a venir la regla. Y, efectivamente, ayer mismo, plof). “Mira. Te lo voy a dar, porque ya sé que no eres una viejita pero yo siempre lo doy. Por si acaso. VERÁS. La mujer tiene tres conductos (flipante: con una única mano dibuja “los tres conductos de la mujer", así tal cual). Y los detalla. Y dice, ¡¡pues bien!! Cuando hacemos popó, toda la zona se contamina. Porque verás, nos limpiamos de delante hacia atrás, así (y lo reproduce, aunque un poco más y también se lava el cogote). Las mujeres, y por eso tienen más riesgo de infección de orina, pueden estar mezclando cuando se lavan después de orinar. VERÁS (y aquí me cuenta un culebrón). Había una pareja de enamorados (traducción: caso en el que hay contacto sexual repetido) y [bla bla] y untaba la pared vaginal [bla bla] y además también “se hasen cositas con la boca” (esta parte me hizo mucha gracia. Es una buena forma de llamarle) [bla bla bla]”.
“¡Gracias! Me voy para mi casa con mi examen”.
Qué de vida, la de los médicos de familia.
Dudas de la semana:
I - Estaba yo pensando, ¿de qué marca será la ropa de los supervivientes de Lost? Se tiran por el suelo, trepan por los árboles, juegan a correr por la jungla y, aún así, nunca los llevan manchados, ni rotos y por supuesto seguro que tampoco huelen mal.
II - ¿De verdad me voy a tener que lavar en el bidet después de hacer…?
martes, 2 de febrero de 2010
Anybody want anything from the supermarket?
Antes de ver un capítulo de The big bang theory y después de ir a una clase de spinning tengo que venir a contaros el paso intermedio (¡dos entradas en un día! ¡Esta chica debe estar aburrida! MEEEC, error. ¿No os pasa que cuantas más cosas hacéis, más historietas os surgen? La estadística nos ayuda: si hacemos muchas cosas, por lo menos alguna será bloguerísticamente interesante…).
VENGO A HACER PREGUNTAS. El paso intermedio son preguntas. Y aquí vienen. (Antes una breve introducción…).
Yo cuando voy al super estoy en mi salsa. Carrito por aquí, derrape por allá, dónde están mis cerealitos, cojo mandarinas y alzo la bolsa (¡¡tramposa!!) en el momento del peso, me planteo meter un kiwi amarillo de 3eurosyalgoelkilo entre unos verdes de 1euroyalgo, voy a los cosméticos y me cojo algo porque yo lo valgo, encuentro te de canela y dejo un mensaje de voz en el contestador de mi muy mejor amiga con el siguiente contenido “Este es un mensaje vital y urgente que debes oír. De no ser así la tierra jamás volverá a ser la misma. He encontrado (aquí me paro, me rio y digo, ah hahaha soy muy patética) (sobre todo cuando veo que la gente me mira). He encontrado en el mercawoman TE DE CANELA!!”.
¿Todo eso es hermoso, verdad? Sí. HASTA QUE LLEGO A LA CAJA.
Dejando de lado lo típico que ya creéis que voy a decir que mi cola siempre va la más lenta (que no es del todo cierto y no es sin duda lo que más me sulfura), voy a hablaros de la VELOCIDAD DE ACCIÓN EN LA CINTA Y SSUS DERIVADOS.
La gente es una separatista. Sí. Lo somos. Nos encanta poner esa puñetera barra separadora. Esto es mío, esto es tuyo. Y eso que ni todavía lo hemos pagado. Di que sí, en plena batallita. Y la barrera bien mona colocada por ahí. Nada de colocarla ni demasiado pegada a la comida (¡podría llegar a ocultar la barra!) ni muy separada, no vaya a ser que no me deje espacio para colocar mis cachivaches. PERO ESO NO ES LO PELIGROSO.
Lo peligroso viene cuando se acerca tu turno. Porque lo de dejar la comida en la cinta es lo de menos (a mi me encanta ordenarla cual TOC). Lo jodido viene cuando te toca. Y HOY HA SIDO HORRIBLE.
Primero, no encontraba mi monedero. Se me ha caído el pulsómetro sudado al suelo. He sacado muy dignamente el Karenina que aún arrastro. Se me han visto los pantalones dentro de la mochila (no quedaban muy preciosos, arrugados como se podía). Y claro, la cola ahí parada. ¡¡Y primera pregunta!! ¿QUÉ DAN PREMIOS AL MÁS RÁPIDO? Porque no me lo explico, tienes que ir como si estuvieras en una carrera. Pam pam. Comida. Pam pam. Dame el dinero. Pam pam. Firmame aquí. Y TODO ESTO MIENTRAS TE METES LA PUÑETERA COMIDA EN LAS ASQUEROSAS BOLSAS DE PLÁSTICO QUE NUNCA SE ABREN.
Pues no puedo. Todo esto junto no puedo. Y me iba preguntando, dios, ¿todo el mundo tendrá este mismo problema? ¿soy la única que sufre por no ir lo suficientemente rápida? ¿tantos estudios para luego no saber abrir una bolsa de plástico y rezar porque haya una medioabierta o por que el/la cajero/a te ayude? Cuando tenga artritis, reuma y problemas con el cambio, ¿también se me exigirá tanto en la cola?
Por una cola más justa,
Qué de vida, la de la rapidez.
It's - it's not funny... Stop. Stop laughing...
Primero de todo comentar lo idiota que soy. Acabo de llamar a los informáticos (llamados CAS) para comentar una incidencia y he terminado la conversación diciendo, “[…] per què estigueu al CAS (silencio). Mai millor dit. (silencio). JA JA JA JA”. Ha sido taaaan ridículo, porque me he hecho taaaanta gracia. Y claro, se me ha notado. Y las bromas propias uno debe hacerlas como si no le hicieran gracia, como si no creyera que es un comediante, como si su espontaneidad fuera tan natural como un pantano de colacao. Pues no. Yo meto la pata y me descojono de mi broma. Qué inconsciencia que tengo.
Punto y a parte, ¡¡os informo que ya tengo mi título de Postgrado!! Esos días bochornosos operando animales, esas agujas que penetraban nerviosas, esas matanzas antivoluntades, esas horazas de “vuelta al cole”, esos días de levantarse pronto y volver tarde. Pero qué morro. Que no llegamos a preguntar y no nos dicen que estamos aprobados. ¡Con los nervios que yo tenía!
Últimamente es que estoy muy soñona (que viene de “soñar mucho”). Y hace unos tres días (muy científico el dato) soñé que suspendía este curso. Y mi investigadora me desterraba. Me odiaba. Y tenía que arrastrarse a la mafia para que me aprobaran. Yo solita soñé eso. Lo que son los nervios.
Qué de vida, la de los soñadores
viernes, 29 de enero de 2010
And then a hero comes along...
Ayer quedamos virtualmente con un técnico de un software específico, para que nos arreglara unos lindares y corrigiera unos artefactos (esta explicación no le importa a nadie pero yo tenía que darla). Para hacer tal cosa, debíamos darle acceso a nuestro ordenador o computer. Es decir, la imagen es que él y nosotros tenemos la misma pantalla de ordenador, por lo que puedes hacerle la gracieta de borrarle lo que él escribe, de moverle el ratón… (pero que no haces, porque eres un profesional de la ciencia).
No pude pasármelo mejor. De hecho, estoy por decirle que no nos funciona lo que nos hizo, sólo para volver a chatear con él. Explico la situación.
Cuando le das acceso a tu ordenador, salta un chat (muy serio todo). Y en ese momento es cuando ya me empiezo a mear de risa porque el ratón se mueve solo (tengo un humor fácil). “¡Un polstergeist, un polstergeitst!." Y le decimos “there’s a ghost in our computer” (ya veis que muy formal no era la comunicación).
Estoy hechizada con esta mujer y sus chillidos de "ve hacia la luuuuz, ve hacia la luuuz", así que a la mínima aprovecho para hablar de ella.
Esa habilidad innata (porque debe ser innata) que tienen los informáticos, no me la explico. Nos preguntó dónde estaban los vídeos que necesitábamos corregir. Y ya nos teníais con un Boli y papel (nerviosos, ¡¡que la conexión era en directo!!), buscando por el ordenador dónde podía estar ese material. ¡Y no debíamos fallar! Podía ver las cagadas, sin posibilidad de ser ocultadas.
Ya nos vio sufrir y el tío, con toda la decisión del mundo, hizo algo muy inteligente que no voy a contar para no tirarme piedras sobre mi tejado de la imbecilidad (vale, lo digo: copió el nombre y le dio al buscador, por lo que encontró todo tipo de archivos con ese nombre). Muy obvio cuando lo ves, “claro, claro” (me he dado cuenta de que no se entiende nada de esta explicación, pero la idea es que hicimos algo que nos hizo quedar de toscos). Lo que nosotros habríamos hecho en 15 minutos, él hizo en 3.
Cuando nos pidió que conectáramos una cámara, vimos el asunto muy mal. Muy mal quiere decir que nos íbamos a pasar media hora para conectarla. “You can go and take a coffee”. A lo que respondió que si maeor podia ir a fumar. “You should better take and apple or a juice”. Le dijimos también que fumar mata y que no podía morir porque le necesitábamos.
Al final nos preguntó si necesitábamos algo más. Sin decir nada, cogí el ratón (recordad: él veía los movimientos en su pantalla) (vale, creo que ya habíais entendido el concepto en un inicio), me dirigí hacia el youtube, y puse lo siguiente…
¿y la cara que pondría él al ver eso?
Qué de vida, la de mover el ratón muy rápido y con buen propósito.