
Primero de todo comentar lo idiota que soy. Acabo de llamar a los informáticos (llamados CAS) para comentar una incidencia y he terminado la conversación diciendo, “[…] per què estigueu al CAS (silencio). Mai millor dit. (silencio). JA JA JA JA”. Ha sido taaaan ridículo, porque me he hecho taaaanta gracia. Y claro, se me ha notado. Y las bromas propias uno debe hacerlas como si no le hicieran gracia, como si no creyera que es un comediante, como si su espontaneidad fuera tan natural como un pantano de colacao. Pues no. Yo meto la pata y me descojono de mi broma. Qué inconsciencia que tengo.
Punto y a parte, ¡¡os informo que ya tengo mi título de Postgrado!! Esos días bochornosos operando animales, esas agujas que penetraban nerviosas, esas matanzas antivoluntades, esas horazas de “vuelta al cole”, esos días de levantarse pronto y volver tarde. Pero qué morro. Que no llegamos a preguntar y no nos dicen que estamos aprobados. ¡Con los nervios que yo tenía!
Últimamente es que estoy muy soñona (que viene de “soñar mucho”). Y hace unos tres días (muy científico el dato) soñé que suspendía este curso. Y mi investigadora me desterraba. Me odiaba. Y tenía que arrastrarse a la mafia para que me aprobaran. Yo solita soñé eso. Lo que son los nervios.
Qué de vida, la de los soñadores