Mostrando entradas con la etiqueta peluquería. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta peluquería. Mostrar todas las entradas

domingo, 27 de junio de 2010

"What people do in the privacy of their own sports arena should be their own business", Phil


Yyyyy (muy alargada) como siempre vuelvo con lo más friki, creo que hoy es el día suficientemente digno como para venir y contarlo.

Después de hacer el Abúsame de Batuka, deportivamente en la habitación de mis padres, con un top de barcos de la edad de 9 años, unos pantalones largos azules nada transpirables, y el último sportgadget llamado pesas que se atan a los tobillos (puedo entender que alguien se sienta ofendido por mi nivel de penosidad, pero recordad que todos tenemos un lado oscuro y lo importante es reconocerlo para poder ir a un grupo de autoayuda y contarlo), SEGUIDO DE (volved a leer si es necesario, que he puesto un paréntesis demasiado largo -se nota que pierdo la práctica redactando... o que mi voz mental me supera-) 15 minutos de TaeBo (no es bueno abusar; buscadlo en youtube y aprenderéis a hacer patadasbarracroquetas caseras voladoras), (y ahora volvemos a retomar el hilo) HE VENIDO AL ORDENADOR a seguir con los tutoriales de HAIRSTYLE, easy to make, gorgeous to be. Y como me ha salido el primer peinado en serio que me he hecho, he venido a contar que no es una estafa (a parte de lo divertido que es hacer tal actividad). Yo ya lo estoy publicitando indirectamente a mi vecindario. Me pongo delante del pc, ventana abierta, espejillo en mano, ejército de horquillas... y dejo que todo el mundo vea lo paranormal que puede llegar a ser.

SÍ. Pero luego, ¿quién lucirá un peinado a lo más prom?
Cuidado (leído con voz fuerte), veréis la primera imagen y la autoestima bajará en picado. PUES NO. ¡¡NO!! ES UN ERROR. (si hay algún lector masculino, o es muy peludo, o tiene ganas de peinar a la Barbie... o mejor que ya no lea, por su propia salud). Si yo he podido hacérmelo y no recrear una boñiga en la cima del monte, vosotras podréis.

Luego debéis ir probando distintas peluqueras home-made. Los comentarios que hacen pueden llegar a ser muy graciosos (llámale gracioso, llámale...). Hay algunas que te enseñan a hacer looks. "¡El look de Megan Fox!". Y no. Eso sí que no. No creáis que vais a ser como Megan Fox. La estética tiene unos límites que todos debemos aceptar.


Para terminar el saludo-muy-largo, os recomiendo la adquisición de MODERN FAMILY. Una serie para no parar de reír en modo esquizofrénico, solos en vuestro salón. Algún día vendré y os contaré más cosas sobre ella. Y sobre la magnífica y divertida barbacoa que hicimos el pasado sábado (lo que viene siendo ayer).


Y no quiero que me odiéis, pero es muy probable que este verano... ¡¡VUELVA A NUEVA YORK!! (En próximos episodios...)



Qué de vida, la de los próximos episodios

domingo, 18 de octubre de 2009

You'd better be talking about my hairstyle, sweety


No voy a ponerme a hacer una tesis sobre mi pelo, que podría, porque ya estoy cansada de escucharme decir “se me cae el pelo, me voy a quedar calva, yo creo que es estrés, tengo que ir al médico, ya-ya-lo-sé-es-que-no-tengo-tiempo”.

Pero ya hecha la introducción, diré que por fin el viernes me armé de valor y decidí ir a la peluquería. Y durante ese día me di cuenta de que el ser humano es tonto y ya está: ¿por qué odias tu pelo y de repente debes ir a cortártelo y ese mismísimo día crees que es un error, que en realidad te queda preciosa esa melena larga (y alopécica) (inciso: soy de las típicas que exagera UN MONTÓN)? Y te pasas el día mirándote y corroborando lo bonito que es y la locura que vas a cometer. Ese día, que me dio por pensar, también me acordé de lo graciosos que somos cuando salimos del saloon: ¿por qué parece que tengamos las cervicales contracturadas, sin querer mover ni siquiera las pestañas, por si eso nos hace despeinar? Y… qué gustete da ir mirándose por cada espejo de la calle, ¿verdad? Aprovechas hasta el reflejo de los coches…

Llegas a la peluquería cagao perdido. Lo primero que intentas hacer es asegurarte de que la peluquera te entienda. Mi técnica es, antes de que me mojen la cabellera cual pollo, enseñar con mucho arte creativo, cómo quiero exactamente que me lo deje. “Lo quiero así (cojo un mechón y me lo pongo a modo flequillo, ladeado)…jeje (risa de “me he dado cuenta de lo que hago es patético”)… y luego bueno más bien corto, como por aquí (te das cuenta que ni tú misma tenías claro cómo querías el corte)… vamos, ni muy corto ni muy largo (di que sí, qué bien te explicas)… PERO ES QUE CLARO (ya está, tenía que sacar la teoría paranoica), he pensado que si se me cae el pelo y me sale una clapa, pues igual este peinado no es muy acertado…” “a ver, deja que te mire (postura al estilo madre-mirando piojos al hijo)…¡pero si no tienes ni una! No mujer, que te va a quedar bien…” “y otra cosa… no… que… si podrías hacerlo con mucho cuidadito, que soy virgen de alopecia”.


El resto ya fue bien. Hercúleo porque fui con mi bebito cual maruja total, y se portó muy bien. Tan bien que desde el momento en el que la artista de los pelos me hijo el masaje en la bañera para cabezas, le cogió la narcolepsia dando cabezazos… para acabar dormidito en el carrito, posteriormente a zamparse la bolsita de ositos azucarados de la peluquera.

Y quién me mandó a mí hablarle de la evolución a la trabajadora…