lunes, 30 de noviembre de 2009

How could you ruin it all?


Eres feliz. Planeas todo un futuro. Confías en alguien. Te sientes la princesa más querida y valorada. Eres única. Y por fin te tratan con respeto. Tenías todo lo que querías. Ponías la mano en el fuego. No dudabas.


De repente un día todo ese castillo se derrumba. Toda la ilusión se hace a pedazos. Esa persona muere. Ya no confías nunca más. Han destrozado tu integridad, se han cargado tu respeto y tu valor. Sientes asco. Piensas que has estado con alguien a quien no conocías. Y el estómago te da tumbos.


Vamos a hablar de la falta de respeto en la pareja. De los cuernos. De esos cabrones y cabronas que juegan premeditadamente a un juego que consiste en desvalorizar a la persona que supuestamente aman (¿la aman?), de ese capricho que se les presenta como un dulce, un dulce que se deshace nada más meterse en la boca; 30 minutos de placer, toda una vida sin la pareja inicial. No hay lloros. Una persona que es capaz de engañar no merece respeto alguno. No vale la pena prometerse que cambiarán. Si tanto amaba y lo hizo, volverá a hacerlo; si no te amaba y lo hizo, mejor que te dieras cuenta.


Quizás te harán sentir culpable. Quizás vendrán a rogar. Rogar un perdón que no merecen. O tal vez sí. Lo que jamás entenderán es que el ideal que se habían construido de ellos mismos, muere. Sus palabras dejan de ser auténticas. Sus planes pasan a ser burlescos. Se ha reído de tu confianza. Y eso no puede cambiarse. JAMÁS. Y el problema no es olvidar, el problema es que, sin darse cuenta, te han echado de su vida. PERO TE HAN ECHADO ELLOS.


Uno es libre de decidir con quien se relaciona. La pareja debe ser formada porque uno mismo quiere ser feliz con ella. Los que la forman por hacer feliz al otro eso es una farsa, una hipocresía, y no tiene razón de ser. Lo importante es ser feliz uno mismo, y que cada uno tenga el derecho de elegir si esa pareja le conviene o no. Y alguien que duda de estar contigo, alguien que fantasea con meterse en el cuerpo de otro, alguien que lo hace realidad y lo explicita… esa persona totalmente caprichosa e inmadura, cobarde y mentirosa, asquerosa y falsa, maquiavélica y estratega, muere. Ya no era quien amabas. Ese otro ha cambiado. Se ha ido lejos, muy muy lejos, para no volver. Los sentimientos son así de volátiles. Cuesta construirlos. Cuando por fin llegan, se vuelven robustos. Pero no es un castillo de hierro. Es un castillo de cartón. Y si el aire sopla muy fuerte, cae. Y nunca conseguiremos levantarlo en su forma inicial.


Lo levantaremos. Por supuesto que sí. La víctima recupera su fortaleza. Se cubre con sus mejores aliados. Se hace más sabio con el golpe. Y será suficientemente inteligente como para volver a confiar en un futuro. Se dedicará a vivir de la vida de nuevo. Se dará cuenta de todas las virtudes que tiene; y de los defectos, que son pocos, aunque reconocidos. Y estará orgullosa. Orgullosa de quererse.


Porque, si alguien no te respeta, ahí debe estar uno mismo para hacerse respetar.



5 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo.

    Pero es perdón se hace tangible, al menos durante un tiempo, para poder masticar, para que la idea de la infidelidad entre en lo real, porque de un día para otro, por mucho que duela, no puedes creer que a quien amas a muerto.

    Se necesita tiempo.

    Saludos,
    YoMisma

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  2. la verdad es que me sorprende que hayas reaccionado así.
    yo estaría tirada en casa autocompadeciéndome, pensando que me lo merecía porque soy una mierda y lamentándome porque se hayan ido al traste todos mis planes. me alegra que hayas sido capaz de analizarlo todo con tanta objetividad. te mereces a alguien que esté contigo porque quiere y no por imposición, y gracias a dios hay mucha gente que quiere. has tenido una relación de dos años que te ha hecho feliz y de la que has aprendido, y ahora tienes toda una vida para hacer cosas nuevas, conocer gente, viajar sin tener que preocuparte por nadie...de todo esto has sacado más cosas buenas que malas.
    bueno, felicidades por estar intentando llevarlo tan bien^

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  3. Vaya, leyendo todo esto quería pensar que no hablabas directamente de ti, que el post venía a cuento de algún caso que te hubiese pillado cerca (pero no tanto), pero al ver el comentario de Dandelion...

    Hay que ser gilipollas. Él se lo pierde.

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  4. No, la chica de rosa no lleva peinados repelentes. De hecho es hasta mona, de las que me cae mejor, pero tanto rosa junto no puede ser bueno pa la vista... tendré que hacer un estudio sobre la incidencia de ataques epilépticos entre sus compañeros de clase.

    Sobre lo de montar "debates" con ellos, no te creas que no se me ha ocurrido alguna vez, ¿eh? Imagínate, si son una mina de frases cuando representa que tienen que estar callaos, si les dejase hablar ya sería apoteósico. Pero claro, no procede, además suelo tener "espías" por los alrededores controlando de incógnito (o no tanto) el desarrollo de las clases ¬¬

    Hablando de ocurrencias, te iba a contar unas cuantas de la última charla de estas de la Marató que fui a hacer, que vaya tela tienen, también... pero si eso me las guardo pa un post o algo, que bastante rollo he escrito ya.


    PD. Del tema original del post, pues mejor no darle más vueltas, allá se lleve un buen golpe en tos sus huevos. Bueno, o sí, criticar desahoga bastante, y yo siempre estoy dispuesto a poner a parir a quien haga falta ;P

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