viernes, 22 de enero de 2010

You see that spaghetti?Now, behind that spaghetti is none other than (...). Do you follow me?. "Yes". Well stop following me or I'll have you arrested


Agenda cultural.


La semana pasada tuve una quedada de lo más peliculera ameliniana con compañeros del master. Como harían los personajes de alguna novela, quedamos para comprar la merienda, hacer chocolate (y nada de paladín ni cuando arrivi a casa; sino con instrumentación propia y extractos de canela), terminar en museos, dar vueltas por las ramblas, detenernos en una tienda de navajas y comentarlas todas, ir al Bosc de les fades, hacer ver que éramos turistas por las ramblas, y terminar en un bar céntrico precioso con un té entre las manos, y sacando a la luz temas más filosóficos y psicológicos que los típicos que relucen en los bares.


Lo más grande de este cuadro es verlo y pensar que nada se asemeja al de Velázquez... ¡pero todo el espacio cuadra!


Siguiendo las motivaciones culturales, se me ha antojado visitar Madrid, para ir al Prado (sin querer había escrito al Paco) y ver Las Meninas (todo después de ver la adaptación de Picasso y su gran perro salchicha). Como también ver la ya muy clásica, de los hermanos Marx, Una noche en la ópera (recomendadísima por un profesor de la universidad que me manda e-mails llamándome Queridísima).


Mrs. Claypool: I've been sitting right here since seven o'clock.
Otis B. Driftwood
: Yes, with your back to me. When I invite a woman to dinner I expect her to look at my face. That's the price she has to pay.


Y culminando ya este brote psicótico por lo educativo (no sin estar orgullosa de ello), diré que me he comprado por fin el Anna Karenina de Tolstoi que tanto ansiaba leer. Eso, y La paradoja de la sabiduría. Y entre que he desplazado el ferrocarril por la Pokeball (¡sí! ¡ha vuelto!) (para los que no lo sepáis, que ya es grave, la Pokeball, llamada así por sus características semejantes, es mi coche), tengo una dualidad de lectura que qué.



Y porque no todo es tan cultural (o sí), aquí tenéis el baile de un plátano. Sin palabras.


Tipo de cosas que nunca debes dar a conocer a tus hijos.




Qué de vida, la de hacer cosas culturales.


P.D: ¿A alguien más le gusta la musiquilla del plátano? Me han cogido ganas también de disfrazarme de fruta y pegarme un bailongo…

4 comentarios:

  1. Gran cantidad de elementos impactantes, los que se juntan en este vídeo: que exista un disfraz así, que existan unas mallas amarillo chillón como esas... y que a alguien se le ocurra ponérselo todo, hacer ESO y encima grabarse para mostrarlo al mundo...

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  2. Madre mía... te veo de un profundo últimamente... vas a tener que irte de Rebajas para compensar, jajaja. (¡Sí, vale, has acertado! Yo he ido hoy, y te lo tenía que recochinear, ya te dije que esto era la guerra... espérate a que te haga un detalle de todo lo que he comprado, juas)

    Pues nada, queridísima, jajaja, te dejo que seguro que estás entretenida cosiéndote ya tu propio disfraz de fresa o algo del estilo.

    Un besito para ti y otro para Crispi que D.E.P. (Tienes que contarnos esta historia. ¿Qué pasó?)

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  3. Venía yo a echarte la bronca (en plan docente, algo muy serio) por tu apología de la chuleta, cuando me encuentro esta entrada cultural, la visita al Paco, digo, al Prado.

    (Es broma lo de echarte la bronca por la chuleta, tienes toda la razón; me conformaría con que supieran hacérselas).

    Ve diciéndome qué tal Ana Karenina, que es una de esas tantas novelas que estoy a punto de leer y su grosor me echa para atrás.

    ¡Un beso!

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  4. Creo que deberías proponer una quedada con tus amigas, apodada "Fruit Party" en la que cada una/o se pensara una fruta y fuera disfrazada de ella... gana el que mejor haga el baile!

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