lunes, 15 de febrero de 2010

Pocas aventuras resultan tan trepidantes como las que vives en nuestras atracciones


Este año encontrar una Rua de Carnaval ha sido más difícil que diseñar una teoría sólida acerca de Lost. Pero que el ánimo no decaiga.

Pido perdón a todos los supervivientes habitantes de los edificios de un perímetro cercano a un parking X de Badalona, por soportar mi risa porcina al ver el atuendo carnavalero terminado. No era para menos.

Me aparece una caja alias Vagoneta alias Dragon Khan alias El tren de la mina, pintada con su spray, con su número identificador en la parte trasera, con su barra tan barra como un palo de escoba y tan metálica como papel de plata. ¿Y qué debe hacer uno? Reír. Pero no tanto como tras el resultado final, después de colocar las patucas con pantalones rellenos de papel de váter (qué derroche casero) y sus pies con bambas. Todo esto lo veréis visualmente en una entrada que regalaré más tarde, para despertar curiosidades.

Ahí nos teníais, a dos idiotas metidos en un disfraz-caja, recreando el momento vagoneta de atracción de feria. Ir en busca de algún tipo de rua para poder identificarnos con otros idiotas era nuestro objetivo principal, pero tras la operación fallida, se tomó como objetivo alternativo hacer el friki entre un montón de personas normales, o entre algún pirata, Tortuga Ninja, y “alguna que otra niña que aprovecha el carnaval para ir guarrona típica de grupo de Facebook” (en ocasiones llevan a sus madres, las cuales aprovechan también para ir de guarronas, muy orgullosas de haber diseñado el traje).

Y esa vagoneta, tanto dentro como fuera, acarreó muchos asuntos:

1. “Qué bien vais ahí sentados eh. Claro, ¡así uno no se cansa!” (broma repetida muchas veces)
Respuesta: señora, no se engañe. Esto es una put*a mierda. Las patas que ve son de mentira y el volumen está creado con papel, ¿lo ve? Y los pies que ve por ahí debajo, muy por ahí debajo, son reales y se mueven. Me estoy dejando las manos por aguantar esta barra, también llamada escoba, y que no se nos escacharre el invento, y el pobre otro idiota se está dejando la espalda. Cómodo, señora, no es.

2. Gente que no te mira o Típica mirada de “hago ver que no te miro, pero en realidad te estoy mirando”
Respuesta: ¿Por qué evitar mirar? Muy curioso. Mucha gente ve pasar a unos tontos metidos dentro de una supuesta vagoneta y directamente NI LOS MIRAN. Esa evitación, ¿por qué? ¿Es que ven vagonetas por la calle, así, de habitual? Después, ¿por qué no mirar? Es gratis, no afecta a la vista, no te hace menos hombre, ni te hace más cotilla.

3. Gente que te mira Y NO ENTIENDE DE QUÉ VAS
Respuesta: Voy a comprar una entrada para Port Aventura a toda esa gente que nos miraba con cara de “un segundo, un segundo, casi lo tengo pero todavía no sé qué representa que sois”. Si van acompañados, es un descanso que el otro sí lo pille y se lo cuente (“AAAAAAAAH… jajajajajajaja”). Si van solos, os intentarán seguir hasta alcanzar (o no) la respuesta (verídico), siempre haciendo ver que no os están mirando (punto 2). Hemos descubierto que este disfraz se puede convertir en un sencillo test de inteligencia para la población normal; si se ríe, lo ha pillado, ergo, coeficiente normal; si no se ríe, no lo ha pillado, ergo, coeficiente bajillo…

4. Niños que se traumatizan y te miran como si fueras una Hanna Montana.
Respuesta: es genial sentirse como Hanna Montana. Cada día tengo más claro que debo comprarme su peluca.

5. Coches que te pitan, gente que te aplaude desde el asiento, dedos en posición de OK, risas automovilísticas.
Respuesta: desde aquí mis muy mejores agradecimientos a la gente de los coches, por solidarizarse tanto con los ataques de risas que yo iba teniendo (ay, muchos) (“representa que la gente se tiene que reír más que tú”, me decía el otro idiota). Gente inteligente que comprendía, sin duda, que éramos una vagoneta andante.

6. Gente en general que aprecia tu curioso (dejémoslo en curioso) sentido del humor y se ríe contigo.
Respuesta: o de ti, no importa.

7. Gente que se ofende si le pides que te hagan una foto.
Respuesta: momento brutal. Le pedimos a una pareja “¿podéis hacernos una foto (cara con sonrisas)?” Y directamente NOS IGNORAAARON, es que ni miraaaaaarnos. Ohhhhhh, uno no puede sentirse peor, más callejero, más “qué he hecho para merecer esto”. Aún así, es un espectáculo ver los dotes interpretativos de los agentes, que hacen ver que ni siquiera te han visto, oído u olido el spray de la vagoneta.




La lluvia, la oscuridad y la falta de ruas taparon nuestro magnífico y realista atuendo, no sin sacarnos las ganas de repetir en próximas ocasiones, con disfraces del tipo “sofá” (sin duda, la idea de los pies ficticios nos ha encantado).




Qué de vida, la de ser una vagoneta

4 comentarios:

  1. Parece muy divertido esto de la vagoneta... Yo también soy mucho de hacer el pena por la calle.
    Cómo es la gente... hay de todo tipo. Siempre está el típico feliciano que te anima y te apoya en tu disfraz y te hace sentir bien! (este tipo de gente suele ser la que va disfrazada también). Pero después están los típicos como los que comentas de la foto que parece que no sepan que es carnaval y que hay que estar un poco feliz... que no cuesta nada!!

    El tema del sofá... Ojo eh! Puede dar mucho juego, y si te cansas pues nada, se para uno y se tumba. También podrías hacer la coña de ponerte en medio de la calle con tu sofá (sin molestar mucho eh) y que cuando pasara la poli y te dijera... "Aquí no se puede estar", te levantas con la calma y con el mismo sofá te vas (sin variar la pose, claro).

    En fin, gran disfraz!

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja pues sí que os lo currasteis, no?

    En mi pueblo siempre hay fiestas dignas carnavaleras, faltaría más! Se vive mucho, de hecho dura una semana entera (semana que tengo de fiesta en guitarra y me pagan lo mismo que si fuese, lo cual me encanta). Tenemos rua, hacemos guerras de caramelos... muchas cosas.
    Eso sí, tengo que admitir que este año no me he disfrazao de nada (y ahora es cuando me llamas sosooooo, así, alargando la "o"... lo he tenido que aguantar muchas veces estos días, ya estoy acostumbrao :P)

    ResponderEliminar
  3. Así que te has disfrazado de vagoneta y las reacciones de la gente han sido de lo más variopintas... Yo no sé cómo reaccionaría, la verdad, a veces cuando ves a alguien disfrazado parece que lo esté pasando mal y aparto la vista, por si les incomodo, aunque no creo que fuese este tu caso, jeje.

    En cuanto a lecturas, ahora estoy con un paisano tuyo (si es que, como pienso, eres de Barcelona, jaja), Juan Marsé, "Últimas tardes con Teresa". Lo voy alternando con la lectura "obligada" (pero estoy encantado, que conste) del Quijote.

    ResponderEliminar
  4. Odio a la gente que le preguntas y ni se digna a contestar, di no, que no cuesta mucho...

    ResponderEliminar