miércoles, 23 de septiembre de 2009

I want to be a part of it!

Después del éxito rotundo que colapsó los top-ten de notícias más interesantes el hecho de que mi persona salga en el directorio de la Universidad, me dispongo a hablar de otros asuntos.


Exactamente no sé qué asuntos, puesto que tengo muchos (uuuh, creíida).


Empezaré por mis animales. Un día de estos me van a matar de un susto. Como sabéis (o no), manipulo ratones de un modelo de envejecimiento acelerado por lo que se hacen viejunos de forma más rápida de lo normal (vale, entendemos el concepto de envejecimiento acelerado). ¿Y esto qué supone? Supone que algunos días abro la jaula y me encuentro a alguno cojo, otro ciego, otro calvo, otro que lo lanzo a la jaula y se estampa por tener el tiempo de reacción más malo que un caracol en la salida de la carrera del corteinglés… Son como una caja de bombones; pero bombones del Lidl (lideeeel - leído con voz musical).



Sigo por mi hermano bebé. El tío es un máquina de la danza. Pronto lo llevaré al cásting de Fama. El otro día nos hallábamos él y yo en mi habitación cuando le di al play a “New York, New York”. Para hacer el baile más artístico, me cogí un maxiparaguas y lo sostuve en horizontal por encima de mi cabeza, haciendo movimientos deaquí-aallá. Para mi sorpresa, el muy bebé cogió un lápiz que tenía perdido por el suelo (de esos de recuerdo o para hacer la gracia, que tienen dimensiones del estilo a un paraguas) (la pregunta también sería, qué hacía eso por el suelo de mi habitación; pero de mi habitación puede esperarse cualquier cosa) y con todo el arte del mundo se lo puso encima de la cabeza, justo con la misma posición que la mía, y realizó el baile del Sinatra con una gracia inhumana que hizo casi mearme encima.


Y acabo (porque ya casi se me acaba el turno de secretaria y tengo que ir rápido-rápido hacia el laboratorio) con la aventura en la discoteca gay. Esporádicamente, también trabajo (tengo una colección de trabajos, no os asustéis. Si queréis, podemos jugar a intercambiarlos. Cambio-tengui-tengui-falti) en el guardaropía (nunca entendí ese –pía final, y no guardaropa a secas, pero vamos, que no soy yo nadie para cambiar ahora un diccionario) de las discos donde me mandan, y esta vez tocó la de gays. ¡Y qué subidón de autoestima! Estoy deseando de que sea sábado para volver. “Qué guapa eres”, “Eres una muñequita – Barbie”, "do you speak English? -yes- "You are so so pretty", “eres preciosa”, “eres eres eres…”. Y nada feo, cochino, sucio. Todo hermosuras y besos en la mano. Incluso uno me pidió hacerse una foto conmigo y un boli, para que le firmara en el torso, cual estrella superstar del guardarropía.


Qué de vida, la de las perchas.

1 comentario:

  1. Me añado a la duda del -pía final. De todas formas, soy un ser que suele ir contra el mundo de vez en cuando, así que sigo llamándolo guardarropa a secas, aunque sea el único que lo haga...

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