lunes, 14 de diciembre de 2009

La verdadera novedad es lo que no envejece, pese al tiempo


Todo lo bueno que pueda tener cenar pan tostado con ajo, se revierte por la mañana, con la tempestuosa oleada de ajamen en su esplendor.






Pero como está entrenado para considerar que sólo ocurre lo que tiene que ocurrir, de la misma manera que los ricos se convencen de que su vida sigue un surco celestial que el poder del dinero cava naturalmente para ellos, ha tomado la decisión de creerme. La facultad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante.

1 comentario:

  1. Buf, ajo matutino... yo me quedo con mi café con leche, que una vez acabado también puede dejarte un regusto un poco raro, pero no será peor que el ajil...


    ¿En serio quieres que te conteste a lo de la elección de especialidad? Yo encantao, pero hace nada te solté el rollo del examen de gine, y la disertación sobre este tema puede ser aún más extensa... bueno venga, ya que estoy... en serio, entenderé si pasas olímpicamente de tragarte el tocho que viene a continuación, requeriría estar muy despierto y hoy es lunes, con su consiguiente cansancio post-findesemana (a menos que tu siesta descoloca-sujetadores lo solucionase, claro...)

    Verás... muy claro no es que lo tenga. Es cierto que los niños me tiran, inexplicablemente me suelo llevar muy bien con ellos (digo lo de inexplicable porque yo no hago nada especial, al menos de manera consciente... bueno sí, no usar el tono de voz que usa todo el mundo al hablar con niños... que son pequeños, no tontos!). Pues eso, que vería con buenos ojos dedicarme a la pediatría.

    El mundo en el que estoy metido estos días, la ginecología, también tiene su gracia. Me gusta la parte del embarazo y el parto, pero en el pack vienen otras cosas menos agradables. Además que soy consciente que con el amplio sector femenino que puebla ahora la carrera, los ginecólogos chicos son una especie en extinción. Incluso desde el punto de vista de las pacientes, supongo que se encontrarán más cómodas con una doctora. Tú qué prefieres, ¿ginecólogo o ginecóloga? ¿O te da lo mismo? (realmente no estás obligada a contestar esto...)

    Trauma también es algo que me hizo especial gracia. No me acabo de ver en una quirúrgica porque creo que mucho pulso no tengo, pero esta era bastante salvaje, para serrar huesos da lo mismo si te tiembla un poquillo la mano :P

    Esas serían algunas opciones así, ligeramente "destacadas", pero la baraja es amplia. Además, supongo que la elección dependerá también en parte de la nota que consiga, de si tendré alguna preferencia geográfica... pero bueno, aún queda tiempo :)

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