martes, 15 de diciembre de 2009

Si olvidas el futuro, pierdes el presente


A mi las invitaciones siempre me han hecho ilusión. Qué decir cuando me mandaban la carta del club super 3 regalándome una entrada al Tibidabo. Pues ahora lo mismo. JB me invita a vivir la navidad con un poco de loooooooo-te-ríiiiiiiiii-aaaaaaaaaaa (leído con voz de niño que canta los números)… y yo acepto, claro que sí (bases del juego aquí).




Esta mañana mismo pensaba qué haría si me tocara tanto dinero que ni yo misma podría gastar aunque lo quisiera. Y me ha salido una lista bastante larga, como era de esperar:

daría cheque regalo de “no pagues más la hipoteca hasta X”, para mis padres; me compraría un ático en Barcelona, el barrio aún está por definir. Y otro, tampoco muy enorme, en NY. Eso sí, con ventanales apuntando a la gran manzana. Cogería un vuelo y me iría a Nueva York; allí pasaría el día comprando ropa, comiendo en lugares caros, gastando en tecnología, haciéndome las uñas…no, espera, ahora que pienso. Simplemente iría allí y todo lo que quisiera hacer, lo haría. Como comprarme todos los trajes de las princesas Disney. Luego volvería y me compraría un 500. Decoraría mi nuevo ático, no sin antes unos días de reflexión. Como decidir dónde colocar la librería y qué libros poner en ella. Prepararía un montón de viajes más. Pondría un montón de dinero en la cuenta de ahorro para que pudiera ir a estudiar fuera. Iría a un montón de conciertos, teatro, bailes de danza. Me compraría unos patines. Los que tuvieran más prestaciones. Les compraría un piso a mis padres…

... vale, STOP. Creo que me estoy embalando.



Le paso la gran suerte de soñar qué compraría si le tocara a… (y aquí me vais a perdonar, pero todavía no me he socializado mucho así que le toca a quien le toca):

LauraconChoco (que, aunque no se lo haya dicho todavía, la sigo en silencio)
El profe
El de los porques
La del yogur
Las hermanas



Qué de vida, la de la riqueza

1 comentario: