lunes, 28 de diciembre de 2009

Fin de año, y yo aquí perchando



A veeeeeeeer qué os cuento yo…

(algo navideño seguro)

Porque la pereza que da dejar esto unos días y luego volver…



Empezaré con algo no-navideño como es el gran acontecimiento que se ha dado en el hogar de los S.R: BEBITO HA HABLADO. En inglés (aquí viene el inciso donde cuento que me dedico a hablarle el poco inglés que me invento y practico en secciones como Learning English with Sandra).


Bueno, hablar hablar… el pobre ha hecho lo que ha podido. Y las palabras seleccionadas han sido “wora” as “water” y “cuka” as “cookie”. Y qué de contenta me he puesto. Porque últimamente estoy muy de hermana-guay-que-juega-con-su-hermano-que-podría-ser-un-hijo. A veces le da por llamarme mama. Eso sí, en castellano; que vaya un sacrilegio.

Para que veáis, le compré la cocinita Smoby y fue todo un éxito, porque ahora ha
cemos recetas imaginarias deliciosas y un sonido del agua de lo más real (psss), cuando llenamos la olla o el vaso en el grifo de plástico. Para grabarnos. PERO el regalazo fue… el peluche WINNIE THE POOH. Bebito y Winnie tienen algo muy extraño. No sé si soy yo que lo motivo (where’s Winnie Pol?!? Where’s Winnie?? OOOH WINNIEEEE) o si ya le venía de serie, pero el caso es que siente amor por el adicto a la miel. Pero amor, eh. Lo abraaaza, le da beeesos… y lo tendríais que haber visto cuando vio que tras el papel de regalo aparecía Winnie. Ya no quiso saber nada más de los otros. Ni patinete, ni carrito, ni pocoyo, ni leches. Winnie. Y aún le dura.





También estamos familiares, pero con estas fiestas ya se sabe. Yo hasta compré un calcetín de papánoel para contribuir en este ambiente familiar. Nos fuimos a la nieve. Y esta escena fue muy muy graciosa. Realmente esa mañana de sábado, todos íbamos normales vestidos. Íbamos a la nieve, sí. Pero algo nos decía que debíamos ir vestidos de calle. Todos menos mi hermano el mediano. Él no. Él se cogió su traje de esquí (igual creía que íbamos a La Molina, el pobre), su trineo, su todo… y no sabéis CUANTÍSIMAS burlas recibió el pobre cuando llegamos al Montseny y por haber no había ni aroma a nieve.


Papánoel se ha portado tan bien (relacionando temas como puedo; aquí el conector sería la nieve)… tengo un kit blanqueador dental edición limitada con el que no me para nadie. Incluso me han regalado un papánoel gigante (lo mío y la navidad va muy arraigado). Y mi lote de potingues faciales y corporales. Y ropa. Y un libro. Y un anillo (que me va grande y se ha apalancado mi madre como ha querido). Y la wii fit. Y una colonia. Y chuches. Y… ¿y por qué siempre se olvida uno de los regalos que le traen? Beta amiloide se apodera de nosotros tan pronto?


Con moratones en las rodillas y los músculos más tensados que un muelle en su máximo esplendor (resaca de un día de show), me despido deseando una buena entrada de año y que consigáis robar los máximos caramelos que podáis en la cabalgata de reyes (recordad: cogerlos del suelo no tiene tanta gracia como robárselos a alguien; las peleas en ese evento están legalizadas).




Hace días recordé este juego, y lo viciadísima que estaba antaño, con mi nintendo de antaño, y cuando he visto (mentira, lo he buscado premeditadamente) éste grupo en el facebook... no puedo hacer más que dedicarle un post.

martes, 22 de diciembre de 2009

You smell better than Christmas dinner


He comprado la cocinita Smoby, para bebito (y no sé quién va a jugar más con ella); tejanos, jersey, polo, para el mediano (y no sé a quién le va a gustar más el estilo. ¿La manipulación es mala si es necesaria?); en proceso, libro para dejar de fumar, para el padre; bolso, para la madre. Con la envidia, he tenido que comprarme la cuarta temprada de Lost, con la manía de subtitularlo todo en inglés (que, si lo pienso, me encantaría que todo estuviera subtitulado; que la gente fuera hablando y alguien aguantara debajo una cartulina con la traducción simultánea al inglés. Dí que sí). Hoy me voy de comida navideña de gala. Mañana expongo parte de mi trabajo de tesina. Pero, sin duda, lo más destacable es que, ayer, inauguré los pendientes de reno.



jueves, 17 de diciembre de 2009

Nah. Cold doesn't really bother me.


A mi edad, aún sigo inspirando el frío aire de invierno para jugar a expulsarlo en forma de humo de tabaco...

46. Remember actions speak louder than words.


¡¡Ayer celebramos la navidad entre compañeros de Máster!!


Qué grupazo. Somos el típico grupo que lo ves y te da la urticaria de lo unidos que están. Siempre había permanecido al otro lado de la valla, la valla de los que critican, pero ahora que me siento protagonista de él, tengo mi gozo en un pozo.


Total, que no podía faltar que nos fuéramos de cena navideña. ¿Y dónde? A un chino en toda regla. Dí que sí. Pero chino-chino eh. Que me sentí hasta discriminada, porque la fauna era autóctona pura homozigota. Con películas de chino que no las dan ni en el canal más Cosmopolitan. Tipo Ninja y artes marciales. Y qué decir del menú. Porque a ver, un momento, ésa es otra: un chino que va a atraer a los clientes españoles debería poner “MENÚ BÁSICO: tallarines, arroz frito tres delicias, rollitos de primavera, ternera con setas y pollo con almendras. PUNTO. Pa’que más. Bueno, y de postre incluso puede poner el típico coco de helado que vale más que un plato. PUNTO”. Pues no. En éste se notaba la calidad: todo estaba en chino, entendido para chinos, y con traducciones confusas. Incluso el cartel para ir al lavabo era internacionalmente chino. Y qué de risas.


Nos pedimos platos para compartir, que eso siempre me ha parecido muy romántico. Luego acabas cogiendo también de los platos vecinos, o regalando tus sobras. Somos mucho de la hermandad.


Recuerdo el momento en el que propuse cantar villancicos y ahí estábamos los 12, agarrados y moviéndonos cual ola marina, de un lado a otro, a son de peromiracomobebenlospecesenelrío. Por no contaros que luego hicimos la versión instrumental y cogimos la pandereta (un plato), el instrumento que se rasca y del que claramente no sé el nombre (un palillo chino y una botella, fregando el contorno de la botella), y una zambomba (éste era el mío, metiendo y sacando el palillo de la botella). Algún que otro se hizo la batería con los palillos y lo que buenamente pillara.


Hablando de palillos: qué moral trayéndonos SÓLO palillos. Tuvimos que practicar momentos previos a la comida, pasándonos un limón y una servilleta, entre todos. Aunque luego ya se sabe que la supervivencia te hace avanzar como sea. Y, cuando el hambre acecha, te transforma. Los J. cogieron los palillos como si fueran tijeras, y J. hubo un momento (que sólo yo pude presenciar) en el que, del arrebato de coger la comida como fuera, se llevó todo el palillo a la boca, como si fuera arroz (así explicado queda muy absurdo, pero me estuve riendo durante mucho rato).


Y por cierto, os interesará (uy, muchísimo, sin duda) saber que el martes que viene tengo una comida navideña pija, con médicos importantes bla bla, científicos importantes bla bla, y gente del departamento de psiquiatría médica. Me siento como una princesa convertida que viene del barrio pobre y no sabe usar los cubiertos. Éste restaurante, y yo con estos pelos.






Qué de vida, la de ver galets de adorno navideño en Barcelona

martes, 15 de diciembre de 2009

8. We love to take pictures and when we want to take several it’s because we want cute ones of you or us to show off to other people


Ayer sentí una vergüenza importante.

Resulta que estábamos haciendo un seminario en la clase de Máster, y éramos un cojón y medio de post-estudiantes. Ya hacia el final de la clase, el profesor se fue paseando para ir cogiendo los títulos de los proyectos y así analizarlos de forma crítica.

Cuando me tocó apuntarle mi título, ya presentado en el blog como "Feeling younger: impact of voluntary exercise on cognitive function in SAMP8", el hombre se quedó bastante impactado. Es un profesor muy crack, un tanto chulesco, que si no le caes bien o no le gusta tu trabajo, ya puedes ir cogiendo tu autoestima y meterla en el bolsillo, porque la va a atacar. Sin embargo, el título le encantó. Y empezó a soltar una serie de (pero él sólo) "WOW, QUÉ CAÑA. ERES CAÑERA. ERES ARRIESGADA! ME GUSTA", que esto en situación de cama habría quedado distinto, pero no, era en clase. Total, que ahí me teníais muerta de vergüenza, sobretodo porque días antes lo presenté en casa y se rieron de mi. "Mirad qué título he pensado... bueno, es un esbozo, pero es corto, se adapta a la revista target, expone bien la relación entre variables y tiene gancho". Y, directamente, se burlaron de mi. Ridiculizada por mi familia. Y me dije "OK, no voy a contar nada más científico en casa, que no me entienden". Y por fin en la uni alguien sí me entendió.

Una vez pasamos al comentario en público y el profesor, de nuevo, me presentó como el "título que más le había gustado; título que lo he leído y... JUM, JUM (sonidos aproximados), me han entrado ganas de seguir leyendo" junto comentarios del estilo a "tienes, con perdón, UN PAR DE OVARIOS". Se hizo el silencio en clase. El chileno y sus "¡está filete el título!", entre otras muchas críticas positivas, que incluso ahora me da vergüenza pavonearme de. Porque, a veces, parece que la adulación no vaya contigo. De todas formas, me da fuerzas para seguir con mi trabajo. Y me da fuerzas para que, mi autoestima, vuelva a subir como la espuma de una Guiness.


¿Os he dicho que me cambio los muebles mentales? ¡Tengo la amígdala de reformas!

Si olvidas el futuro, pierdes el presente


A mi las invitaciones siempre me han hecho ilusión. Qué decir cuando me mandaban la carta del club super 3 regalándome una entrada al Tibidabo. Pues ahora lo mismo. JB me invita a vivir la navidad con un poco de loooooooo-te-ríiiiiiiiii-aaaaaaaaaaa (leído con voz de niño que canta los números)… y yo acepto, claro que sí (bases del juego aquí).




Esta mañana mismo pensaba qué haría si me tocara tanto dinero que ni yo misma podría gastar aunque lo quisiera. Y me ha salido una lista bastante larga, como era de esperar:

daría cheque regalo de “no pagues más la hipoteca hasta X”, para mis padres; me compraría un ático en Barcelona, el barrio aún está por definir. Y otro, tampoco muy enorme, en NY. Eso sí, con ventanales apuntando a la gran manzana. Cogería un vuelo y me iría a Nueva York; allí pasaría el día comprando ropa, comiendo en lugares caros, gastando en tecnología, haciéndome las uñas…no, espera, ahora que pienso. Simplemente iría allí y todo lo que quisiera hacer, lo haría. Como comprarme todos los trajes de las princesas Disney. Luego volvería y me compraría un 500. Decoraría mi nuevo ático, no sin antes unos días de reflexión. Como decidir dónde colocar la librería y qué libros poner en ella. Prepararía un montón de viajes más. Pondría un montón de dinero en la cuenta de ahorro para que pudiera ir a estudiar fuera. Iría a un montón de conciertos, teatro, bailes de danza. Me compraría unos patines. Los que tuvieran más prestaciones. Les compraría un piso a mis padres…

... vale, STOP. Creo que me estoy embalando.



Le paso la gran suerte de soñar qué compraría si le tocara a… (y aquí me vais a perdonar, pero todavía no me he socializado mucho así que le toca a quien le toca):

LauraconChoco (que, aunque no se lo haya dicho todavía, la sigo en silencio)
El profe
El de los porques
La del yogur
Las hermanas



Qué de vida, la de la riqueza

lunes, 14 de diciembre de 2009

La verdadera novedad es lo que no envejece, pese al tiempo


Todo lo bueno que pueda tener cenar pan tostado con ajo, se revierte por la mañana, con la tempestuosa oleada de ajamen en su esplendor.






Pero como está entrenado para considerar que sólo ocurre lo que tiene que ocurrir, de la misma manera que los ricos se convencen de que su vida sigue un surco celestial que el poder del dinero cava naturalmente para ellos, ha tomado la decisión de creerme. La facultad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante.

domingo, 13 de diciembre de 2009

My hamster can not manage to stop spinning in his wheel


Cuando os sintáis mal,
venís aquí y disfrutáis de la terapia de la risa:





sábado, 12 de diciembre de 2009

La elegancia del erizo


Ayer dos personitas me sorprendieron muy gratamente.
Idea nº1: a veces te das cuenta de que uno de los puntos por los que merece la pena vivir es el compartir ideas y emociones con ciertas personas (formato sacado de La elegancia del erizo). Tenemos que alegrarnos de estos pequeños regalos que abrimos sin, muchas veces, darnos cuenta (hasta que un día te aparece la consciencia, como a Reneé).


La primera ilusión del día fue abrir un correo. ¡¡Qué minihisteria!! (Como una niña), fui corriendo a mi investigadora (como si fuera mi madre) para contarle que la archiconocida (como si fuera mi novio adolescente) por fin me había contestado. Y luego fui dando saltitos por el despacho.


Dear Ms Van Praag,

I have been following your research and I am very interested in the "exercise" area in which you have worked with. I would really appreciate if you could send me a review of all your work in this topic.


Yours Sincerely,


Sandra Sánchez


Dear Sandra Sanchez,

Enclosed please find ome of my work.

Best regards,

Henriette van Praag Ph.D


La segunda fue poder compartir 5 horas con alguien que me sorprendió por su madurez. Fue una charla bajo líquido de polvorón, que me ayudó a respirar de la vida y a apreciar más a quien tenía delante. Compartió conmigo el libro de la entrada, y pensé que era el regalo más acertado que podía hacerme. Sencilla, directa, con experiencia, bondadosa y nada egoísta. El poder de un libro envuelto con papel de regalo, las miradas transparentes, las reflexiones sobre un todo. De vuelta a casa me di cuenta de que... iba cargada de alegría.




jueves, 10 de diciembre de 2009

"Feeling younger: impact of voluntary exercise on cognitive function in SAMP8"

Papá Noel,

Como no puedo esperar a que tú vengas, ya tengo que ir preparando todos los regalos. Ayer, con mi borrachera navideña, empecé a llenar el saco rojo, aunque no con mucho éxito.

El bolso que le vas a comprar a mi madre, se queda en la tienda porque, si aparezco en casa con eso, nos va a pillar el bacalao. El libro para dejar de fumar, para mi padre, quiero que se lo regales porque no he tenido la decencia de prepararle una terapia en condiciones; búscamelo bien porque todavía no me decido. La cocinita para Bebito, resérvala para el fin de semana que viene. Intenta que no te vengan muchos padres a reservar, no vaya a ser que me quede con la de menores prestaciones. Para mi hermano el mediano, a ver si consigues que en Zara la ropa de adolescente sea un poco más grande, que mi hermano no es de la NBA pero tampoco tiene 3 años. Recuerda que mi malévolo plan de intentar vestirlo bien debe funcionar. Luego estoy yo, que uno representa que no debería ver los regalos, pero no me pude resistir. Ayer, aunque tú no lo sepas, me hiciste muchos regalos. Primero (caganero), los mails tan divertidos que mandé por la mañana. Segundo (rey del mundo), lo bien que nos fue con los ratones. Tercero (pistolero), lograr alcanzar con mi muy título de trabajo de Máster, que he pensado que sea "Feeling younger: impact of voluntary exercise on cognitive function in SAMP8" (tengo que matizar, cognitive o "behavior", y ver dónde puedo enchufar la cuestión del género; ¿pero a qué es chanante la coletilla inicial?). Cuarto (lagarto), sacar dinero para el seguro y cambiar el sobrante que venía de Irlanda: todo por recuperar a Pokeball. Quinto (laberinto), llevarme hasta la óptica para que me hiciera con otra caja de gustosas lentillas de usar-y-tirar. Sexto (baloncesto), darme una tarde de compras. Séptimo (aquí se acaba la coletilla), regalarme un conjunto de ropa interior, color negro y textura sedosa, con un círculo de brillantitos en cada tira, y un brillante en la parte central, repetido en la prenda inferior (lo que viene siendo el tanga). Es tan bonito que esta mañana cuando he tenido que estrenarlo (he tenido que hacerlo... no me mires así, Santa) me he visto obligada a posar delante del espejo cual modelo de Woman'secret. Al final, soy la que más pillo. Qué sinvergüenza.






Qué de vida, la del regalo.

It's up to Santa Claus to be good


Estoy muy emocionada porque es navidad.


A mi eso de ir andando entre paraditas de caganers y troncos con cara, me pone feliz. Cada uno tiene sus cosas. Me gustan las luces con formas supuestamente navideñas. Adoro poder comprarle a Bebito el calendario de adviento y darle una chocolatina cada día. Poner el árbol y pelearme porque Bebito encuentre divertidísimo destrozarlo tirándole una pelota a mala leche. Llevar la pulsera navideña, a conjunto con calcetines y, a la menor ocasión, sacarme el zapato para enseñárselo a alguien. Ya he hecho planning de compras navideñas. Y hoy mismo me pondré el repertorio musical en el ipod.


Y, como inauguración del apartado navideño musical, aquí os dejo uno de mis temas favoritos.


http://www.youtube.com/watch?v=Pikz3DMhu54&feature=related


Empieza y uno se queda un poco loco con el foco (me pregunto cómo se debió sentir la niña). Canta tan bien que se me ponen los pelos de punta. Confieso que he intentado imitar sus giros mil veces en mi casa (especialmente en la ducha, por supuesto). El segundo 39 parece sacado de Lluvia de estrellas, y no lo negaréis. Y el pum pum pum pum de la batería, tocada por el niño dwarf, es más motivante que qué. A mi hasta me han entrado ganas de tener una batería. Luego se abre la imagen, y te preguntas, ¿hace falta todo el coro de negros para una actuación de colegio? Los ingleses están que lo tiran todo. El baile del dedo, segundo 51, se ve que está muy de moda. Y el arriba-abajo (final segundo 59) es un clásico que nunca te abandona. 1:11, la sensación del primer beso, la preparación del labio con labio, los segundos de tensión eternos, la pasión que busca colisión, es una emoción que deberíamos rescatar a menudo. 1:23, creo que es la primera vez que veo a un cantante que no tiene dientes y le queda hasta mono. 1:46, ¿qué pintan ahí los raperos? 1:53, waaaaaaaaah. 2:23, con lo profesional que le había quedado, ya tuvo que saludar.




Qué de vida, la de escuchar canciones navideñas en el despacho y preguntarse qué deben estar pensando los colegas de despachos contiguos.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

But it's not. It's not fun. It's a pain in the ass.

Thing to do or Things I’ve done

  1. “Tienes que hacer teatro”. “Le voy a dar tu número a una que hace películas”. Pues la verdad es que sí, oye. Tengo esa gracia teatrera, no le voy a decir que no.
  2. Sacaré dinero para pagar el seguro del coche, FINALMENTE, y arreglarme mi querida Pokeball (también llamado coche). POR FIN, me dispongo a hacerlo realidad.
  3. Estoy buscando como una loca alguien que tenga un CD de windows (no le hago el feo a lo pirata) para arreglarme el maldito ordenador vicioso. Por pesada, lo conseguiré también.
  4. “Mira, llevo calcetines de navidad. La verdad es que también tengo la pulsera navideña, pero hoy justo hoy me la he dejado”, le digo al veterinario del centro.
  5. Me he comunicado con la Ms. Van Praag y el Mr. Gómez-Pinilla, los archifamosos científicos del mundo del ejercicio. Estaremos a la espera de que me contesten. Os mantendré informados.
  6. Hoy me han traído una bandera de Irlanda. Todos firmaremos la de cada uno, a modo recuerdo.
  7. Se ve que mi ausencia no fue tan ausencia porque me metamorfoseé (palabra sacada de los Power Rangers) en una gorda-a-la-que-le-olían-los-pies-y-se-parecía-al-Obelix y a un calvo que roncaba. Como veis, elijo a los mejores.
  8. Tengo que preparar muchas cosas de la uni y estoy muy motivada. Tanto que me he hecho un calendario con el super planning.
  9. J. me ha invitado a ir por la montaña con él. El plan es ir en bici. Una bici de tío.
  10. Iba a regalar una play3 y, en lugar de eso, he decidido replantearme invertir el dinero en PATINES.
  11. El domingo me pintaron en el corteinglés cual estrella famosa. Al final me he comprado un maquillaje que me hace superfalsa porque parece que no lleves y en realidad vas hecha una puerta. MWHAHAHA.
  12. Hoy he llevado los papeles de la beca FPU (verdeesperanza) a correos y eso parecía una disco, de la de asquerosos competidores que había. Podéis empezar a rezar.


Que de vida, la de las tareas

martes, 8 de diciembre de 2009

Adventures. Ireland. Castle. Christmas time. Friends. Too much laugh. No sleeping.


Si tengo que contar todas las aventuras irlandesas, viene megavideo y me limita el número de caracteres. Así que voy a acortar para que podáis leerlo todo sin restricciones lingüísticas.


Subimos al avión. ¡Hay tanta gente que parece una disco! Me toca un gordo en el lado izquierdo y un blanco pelirrojo en el derecho. Ambos irlandeses (hablan con espardeñas en la boca). El Mr.Izquierda ronca con todas sus ganas. Se toma dos cocacolas y unos cacahuetes. El Derecha se toma un chocolate caliente, un muffin (hasta aquí bien) Y UNA cocacola (¡bdecs!). Salimos. Estoy envuelta con tantas capas que sería imposible pasar frío. Aplaudo. Realmente, estoy muy histérica. Saco las chuchitas. Sería nuestra comida comunitaria.


Recogemos los coches. Nos volvemos locos. Chillamos porque nos da miedo ver los coches por la derecha. Ponemos musicote del bueno (Peret, Manolo Escobar, y grandes hits). Ahora entiendo por qué estoy tan terriblemente afónica. Nos perdemos. Nos perdemos bastante. Me toman como traductora oficial y pregunto. Me pongo de copiloto. Y, no os lo perdáis, CONSEGUIMOS LLEGAR.


Albergue I. Lucha por las camas. Vamos de compras. Pizzas para cenar: J. y yo de cocineros. ¡Desastre! Nunca comimos una pizza peor que aquella. Estaba tan mala que me moría de la risa. Aún así, por el hambre de no haber comido, yo creo que incluso devoramos una pizza entera cada uno.


Noche. Después del botellong en el albergue, 8 personas apalancadas en dos literas, vamos a un pub tipiquísimo de película. Bailamos toda la noche bajo música en directo, de violines y canciones irlandesas. Llueve y hay parejas bailando como heidy en la calle, y otras dentro como heavis. “I’m checking out the meat”. La gente es muy fea. Mil fotos. En todas salgo como de borracha. Salimos fuera y decido ponerme el super raincut, que para algo me desplacé hasta el decathlon. Perfecto. Parezco un condón de chicle. Vamos a la disco. Y soy tan imbécil que no me quito el chicle. Lógicamente, me dicen que con esa cutrería me vaya al albergue. Me la quito y parece que soy más potable. Vienen y me dicen que puedo entrar. Gracias, majos.


Recuerdo hacer una foto de un culo. La música era un poco chunga, y se pasaron con el efecto-humo. Eso parecía la comarca de Frodo. Aún así, muuuy divertido. Dormimos. M. cuenta un cuento; nadie la escucha menos yo. Era tarde; y la mañana estaba demasiado cerca. Mi cama tenía mil muelles. Como todas, solo que en ésta los notaba. Duermo igual. MMM, qué bien estaba.


Mañana. Nos duchamos por turnos. S. me deja las chancletas; J.T. me deja la toalla; J. me deja el champú. Muy bien: habéis adivinado, a parte de mis cuatro cacharros, fui una mendiga de lo vital. “J. entra, que verás cómo me estoy duchando”. “¿¿¿Pero estás desnuda???”. “Tú entra”. Y me encuentra de pie fuera de la ducha, envuelta con su toalla, con las chancletas de mil tallas más, y la cabeza, hacia abajo, ya casi saliéndose de mi cuerpo, total para que no me diera el agua HELADA en el cuerpo. Me la pone caliente. Vamos a desayunar.


Tomamos café (¡con hazelnuts!). Vemos paraditas navideñas. Vamos de paseo (pi pi pí). Todo es precioso y me siento en un cuento. Llevo un globo amarillo. Cogemos el coche y nos perdemos perdemos perdemos. Salto la escena.


S. me quita una lentilla. Se siente mal. M. hace de oculista. Llegamos al siguiente albergue. QUÉ ASCO. Qué asco. Qué asco. Vamos a tomar un té. Vamos de paseo. Compramos la cena. Qué asco. Qué asco. Jajajajaja. Salimos de fiesta (como véis, me salto escenas como quiero). De ruta por todos los pubs. Acabamos en una disco. S. me coloca la diadema. Creo que es muy tierno. Me doy cuenta de que no todos son igual. En el lavabo hay una tía vendiendo clips, laca y caramelos. Te da papel para secarte las manos. Me siento como si tuviera un Jefri.


S. me presta su sábana (llevada de casa; eso sí que es preparación) PORQUE la mía tenía ALGO BLANCO, TEXTURA CARTÓN. La cama I tenía una forma voluminosa color excremento. Me cambio de cama hacia la suicida, una litera sin protección en un lado. Rezo por no hacer el ridículo de caer.


Vamos a cepillarnos los dientes en manada, y nadie llevaba llaves para entrar. Follong. Cama. Sueño. Buenos días. Hay un viejo en la habitación que respira tipo orgásmico. "Voy a despertar a Sandra y, en lugar de saludar, me dice, ¿Sabes lo que es levantarte con esto (sonido de orgasmos) y ver a un hombre desnudo en su cama?". Risas. Todo el día de ruta por Dublín. Comemos en un italiano, muy lógico en la línea turista. Tengo frío. S. me da frotes. Muchas fotos. Visita a la fábrica Guiness. "Sandra ha pagado 11 euros para tomar un agua con limón". Es que los limones ahí van caros. Tragos en el bar situado en el edificio más alto de Dublín. Si la luz fuera más tenue y la música más alta, podría pasar de discoteca.


Cenamos sopa de tomate. Nos da asco porque vemos dos cucarachas dentro del microondas. Una corretea por el techo. Nos da la risa (me ha dado mucho la risa, como véis, por lo que ha sido la culpable de mi pérdida de voz -eso y las canciones en el coche, junto los "ooooh, qué bonito"). A uno le da el canguele. S. y yo preparamos los ferrero para J.T. con velas explosivas. M. y J. inflan globos. Es el cumple de J.T. y le cantamos el cumpleaños feliz mientras le tiramos globos a mala leche (altamente recomendable). “Nunca, nunca”. Se habla de una de guarradas importante. Meto el duro dentro del vaso y dejo a todos impresionados (con “todos” también me incluyo). Me voy a dormir. Mil besos. “Sandra no te vayas”. “J.T. por favor ponte la alarma que me duermo”.


Y MOMENTAZO. PORQUE ME DORMÍ Y BIEN DORMIDA. UNA HORA DE RETRASO. J.T. ME ACOMPAÑA CORRIENDO HACIA MI DESTINO. ME QUEDO SOLA. Esto parece Solo en Casa. NADIE PODRÍA HABER CONFIADO EN MÍ. PERO CON UN PAR DE HUEVAZOS DE MARCA CARREFOUR me hice el camino de 4 horas y logré alcanzar mi destino a tiempo. Incluso me dio tiempo a comprarme una revista y chocolatinas de papánoel para los hermanos. “Lo voy a conseguir”, me repetía a las 5 de la mañana. Y, con un poco de fe (y mucho inglés), se hacen milagros.


Qué bien, PERO QUÉ BIEN, me ha ido este viaje.


Qué de vida, la de Irlanda.




jueves, 3 de diciembre de 2009

Cerrado por vacaciones


- Actually, I'm thinking about that bitch. She's going to Ireland, so as to make that creepy Heidy movements...
- Oh, really? Tell her to have lots of fun!
- Suuure, I'm doing it now! Did you forget I'm wearing the telepathy helmet?




miércoles, 2 de diciembre de 2009

Todo el mundo va buscando ese lugar, looking for paradise


El poder del dolor se puede disipar entendiéndolo.

La recuperación dependerá de mi forma de entender el conflicto. El dolor emocional no es más que eso: entenderlo y adaptarlo al ser. Hacerlo tuyo. No tenerle miedo. Y saber cómo tratarlo y de qué forma encaja en tu nueva vida.

¿Por qué no puedo avanzar?, me pregunto. Porque la traición es tan grande, porque los sueños se han ido, porque la persona a la que amabas no era quien esperabas, porque de repente te vuelves frágil. Tu realidad se hace real, y no la quieres ver. Te cubres. Porque pensar que hay gente en el mundo que no es capaz de mantener una relación sincera y leal es una idea tan cierta como veraz. Lo has vivido en tu propia carne. Y no querías verlo. Porque no esperabas verlo. Porque tú creías que eso no te podía pasar a ti. Estabas perfecta. Tu relación era sincera. No tenías miedo. Y todo eso, de repente, sin previo aviso, se ha derrumbado.

Piensas en volver a construirlo. Para protegerte. Pero un edificio no se debe levantar en un terreno que ya no sirve para la construcción. Tendrás que pasar un tiempo analizando bien qué otro terreno puedes usar para renovar ese proyecto. Y eso es algo que todavía no quieres aceptar. Te niegas. Porque tú quieres ESE terreno.

Pero lamentablemente ese terreno no era el que esperabas (y de aquí la dificultad y facilidad, a la vez, de superación). Uno debe ser consciente de que es altamente probable que ese tipo de personas no cambien. Forma parte de su repertorio conductual. Si lo hace una vez, puede hacerlo más, puesto que es propenso a ello. Y tú no eres capaz de tolerar, por tu tipo de moral, que alguien te mienta en algo tan sumamente personal, doloroso, íntimo. Va contra tu forma de ser. Tú sí crees en la monogamia. Y debes juntarte con alguien que ante “qué porcentaje de gente crees que es fiel” conteste cifras superiores al 50%.

No va a cambiar. Y tú no quieres a la persona actual. Querías a la anterior. Pero ya no va a volver. Así que lo mejor es acogerse a esta idea y no dejarla. Para que no entre el vértigo. Para no sufrir. Para poder volver a creer en princesas y príncipes sinceros. Para volver a reiterar que amar no es sufrir. Y que si se sufre, mejor abandonar.




Merezco algo mejor.
Y voy a luchar por salir de esta. Sólo con la intención, ya soy una persona más fuerte.




http://www.youtube.com/watch?v=hs2urn8nztY
Me saca una sonrisa y, de alguna forma, me da fuerzas.